La lamentable reacción contra el juez se trató de disimular apuntándole precisamente a Gustavo Müller. Se puede coincidir o no en la capacidad para dirigir una final de un torneo, pero eso no justifica la cobarde agresión hacia sus colaboradores. "Es lamentable que una final se juegue con un referí como este, sin personalidad. Yo lo conozco. El partido fue normal, no hubo roces ni nada, pero empezó a sacar tarjetas amarillas porque no tiene personalidad", vociferó una y otra vez el entrenador de Luján de Cuyo, Jorge Julio, intentando desviar la atención hacia otro lado. "Müller no está para dirigir este tipo de partidos, sólo puede hacerlo en los torneos locales", insistió para dejar sentado que el responsable de todo era el juez. También puso en duda la actuación del árbitro haciendo un juego de palabras. "No puedo decir que estaba predispuesto a perjudicarnos porque sería poner en tela de juicio a una persona y pensar que va a menos o que intenta que gane el otro equipo. No puedo decir eso". -Hubo una clara agresión del médico hacia los árbitros. -El primero que pega es el cuarto árbitro y lo hace contra Roby. Yo no lo veo, pero me contó y le creo. Reitero que no lo vi, pero no me va a mentir. -Ahora, ¿por qué ingresó el médico al campo de juego? -A lo último ingresaron todos, no busquemos excusas. Este árbitro no está en condiciones de dirigir una final. Tengo muchos años en el fútbol y nunca hablé de un juez, pero cuando no se tiene personalidad se hacen cosas como la de sacar amarillas constantemente. -¿Quién es el culpable de todo lo que pasó? -No, no sé. No quiero decir nada en ese sentido. Por su lado, el dirigente de Luján, Horacio Savina, dijo que "el cuarto árbitro le hizo una zancadilla al médico y lo increpó. Ahí se generó todo el inconveniente". Pero esto en realidad no se observó en la cancha y las imágenes de la televisión ratificaron que no existió tal agresión de Domench contra el médico Roby, como sostienen Savina y el propio técnico local. El juez de línea número uno recibió un golpe en la nariz que le produjo un tajo y eso se produjo "cuando se armó la trifulca. Ahí debe haber recibido la piña", abundó Savina con total liviandad y, tal vez, sin ser consciente de la gravedad de lo ocurrido. Cuando se le mencionó que el médico en ningún momento debería haber ingresado al campo de juego ya que no tenía nada que hacer, el dirigente no encontró palabras para justificar esa acción y sólo atinó a encoger los hombros y volver a culpar al cuarto árbitro de haber iniciado el incidente con el ex integrante de Los Pumas.
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