Año CXXXVI
 Nº 49.842
Rosario,
jueves  15 de
mayo de 2003
Min 19º
Máx 23º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






El Parlamento ayudará, al menos de arranque

A pesar de que la renuncia de Carlos Menem a su candidatura aceleró los tiempos de la transición y limitó el margen de votos de Néstor Kirchner, el Congreso no varió su posición: el presidente electo contará con el respaldo mayoritario de las bancadas legislativas durante el primer período de gestión. Para ello, en el oficialismo blanden una máxima histórica del peronismo, esa que dice que "el que gana gobierna y el que pierde acompaña", para asegurar que después de la puja electoral se producirá una reunificación mayoritaria del PJ.
Sólo una minoría de diputados radicalmente entroncados con el menemismo se mantendría como una estructura diferenciada. El resto, según se espera, regresará a la bancada del Partido Justicialista.
Los máximos representantes del oficialismo y de la oposición en ambas Cámaras parlamentarias aseguraron que el Congreso respaldará a Kirchner, incluso cuando haya una alta dispersión de fuerzas.
Sin embargo, los temas que aguardan en el Congreso lejos están de facilitar los acuerdos: el papel del Parlamento frente a la renegociación de los contratos de las empresas privatizadas, el monto y la forma de la compensación a los bancos por la pesificación, la ley de defensa a las empresas culturales, discutir el futuro del Poder Judicial y sancionar una nueva reforma impositiva.
Con la confirmación de Kirchner como futuro presidente, en el Senado se esperan pocos cambios de autoridades, aunque naturalmente se sumará Daniel Scioli como máxima autoridad de la Cámara.
En la Cámara alta el menemismo suma actualmente entre 10 y 12 senadores sobre el total de 70 bancas y en el pasado se mostró conciliador al discutir proyectos estratégicos.
Además su referente natural, Eduardo Menem, nunca abonó estrategias rupturistas, como sí ocurrió en la Cámara de Diputados.
En la Cámara baja, en cambio, el cuadro es un poco más complicado. El núcleo bonaerense, que es mayoría en el oficialismo, será la columna vertebral del poder oficialista, ya que Santa Cruz tiene una pequeña representación parlamentaria: sólo tres diputados son el ciento por ciento kirchneristas.
Pero el conflicto mayor puede surgir del choque entre el núcleo kirchnerista, que quiere ver reducido el poder de sus adversarios internos, y los menemistas, que en Diputados armaron su bloque, Azul y Blanco, con una treintena de legisladores.
Además, la oposición del ARI, los socialistas y los demás partidos de izquierda se muestra poco abierta a las futuras negociaciones.


Notas relacionadas
El nuevo presidente: De una provincia rica a un país agónico
Con menos votos que Illia
Diario La Capital todos los derechos reservados