El presidente Eduardo Duhalde afirmó ayer que Carlos Menem "ha defraudado" al país con su decisión de renunciar al ballottage y remarcó que "todos saben que no participa porque iba a ser una derrota catastrófica". El jefe del Estado dijo que esperaba la renuncia del ex mandatario porque "nunca respetó las instituciones", aunque reconoció que la decisión de Menem de no dar la pelea final contra el santacruceño Néstor Kirchner perjudica la imagen del país en el exterior. "En nuestro país todos saben que no participa porque iba a ser una derrota catastrófica. Esto nos viene mal en el exterior y en la consolidación de un proceso (electoral) en que los argentinos dimos una lección de civilidad en los últimos días", sostuvo Duhalde, en declaraciones realizadas en Uruguay. El primer mandatario afirmó que Menem "ha defraudado a la opinión pública, a quien es lo votaron y a la imagen de Argentina en el exterior" y destacó que con su deserción para competir en la segunda vuelta electoral se "ha consagrado la fórmula Kirchner-Scioli". Duhalde recibió la noticia de la renuncia del ex presidente mientras cumplía una visita de Estado en Montevideo, donde mantuvo la última reunión de trabajo con su colega uruguayo, Jorge Batlle, antes de concluir su mandato el próximo 25 de mayo. Mientras tanto, en la Casa Rosada se desarrolló anoche una reunión para evaluar los próximos pasos institucionales y la búsqueda de consensos políticos para el próximo gobierno de Kirchner. Del encuentro participaron el titular provisional del Senado, a cargo interinamente del Ejecutivo, José Luis Gioja; el presidente de Diputados, Eduardo Camaño; el ministro del Interior, Jorge Matzkin, y los legisladores peronistas Miguel Angel Pichetto y Oscar Lamberto. También visitó la sede gubernamental el titular del radicalismo y gobernador chaqueño, Angel Rozas. "Una cosa es perder hidalgamente manteniendo por lo menos el caudal de votos logrado en primera vuelta, pero si renuncia no puede hablar más, es como (Fernando) De la Rúa o (Raúl) Alfonsín, quienes quedaron bajo tierra" tras abandonar anticipadamente la presidencia, sostuvo un vocero gubernamental. Un ministro también consideró que "de esta forma, Menem declara su final político", tras confesar que hasta último momento no creía que tomara esta decisión porque "era la persona de mayor vocación de poder que conocía". Las últimas encuestas que manejaba el gobierno hasta ayer indicaban que Kirchner se impondría sobre Menem por "entre 35 a 40 puntos". Voceros de la Casa Rosada también se preocupaban desde ayer en negar que el gobernador santacruceño asumirá el poder en una posición de debilidad porque en la primera vuelta electoral sólo obtuvo el 22% de los votos y quedó segundo. Un importante integrante del gabinete reconoció que el problema de legitimidad se plantea, en realidad, hacia afuera del país "porque es más difícil explicar que el nuevo presidente llega al poder con sólo el 22%. Dentro del país no hay problema. Nosotros asumimos por la Asamblea Legislativa". Desde el ala política del gobierno insistían desde anoche sobre la "necesidad urgente" de plantear una nueva jefatura del Partido Justicialista, luego de la disgregación que este turno electoral planteó en el seno del peronismo. "Si Menem se quería suicidar políticamente era un problema de él, pero los argentinos no nos merecíamos estar en vilo más de 24 horas para saber si había segunda vuelta", consideró el sanjuanino Gioja.
| |