Ernesto Pérez / La Capital
"¿No es Morgan Freeman el más grande de los actores americanos?". La crítica Pauline Kael lanzaba esta pregunta en 1980 tras ver "Brubaker", el drama carcelario con que el actor negro intentó escabullirse del "off-Broadway" y acomodarse en el cine. Desde entonces, los agentes de casting de Hollywood no se complican mucho la vida: cuando una película requiere un personaje autoritario, que inspire dignidad, integridad y autoridad moral, llaman a Morgan Freeman. Avalan esta hipótesis un puñado de películas como "Conduciendo a Miss Daisy", "Pecados capitales" y "Bajo sospecha", además de "Besos que matan" y "Telaraña", películas donde encarna al detective y psicólogo Alex Cross. Humilde, directo y amistoso, Morgan Freeman es uno de los actores favoritos no sólo de la prensa sino de sus propios colegas. Su compañera en "Pecados capitales", Gwyneth Paltrow, no dudó en calificarlo como "el hombre vivo más sexy de Hollywood", y Ben Affleck dijo cierta vez: "Si me hubieran contratado para leer la guía telefónica con él, lo habría hecho". El actor nominado tres veces al Oscar, charla sobre la actuación y su breve intervención en el filme que hoy se estrena en Rosario, "Cazador de sueños", basado en la novela homónima de Stephen King y dirigido por Lawrence Kasdan. -Es sorprendente ver a un actor de su nivel haciendo un personaje tan breve en "El cazador de sueños". -¿Sorprendente? Supongo que la mayoría de las veces la gente me ve en el papel central, pero hay ocasiones en que, como actor, sólo quieres estar en una película, sin importar el tamaño del personaje. Ed Wing una vez le dijo a su hijo Kino algo que nunca voy a olvidar: "No hay pequeñas partes, sólo pequeños actores", entonces no importa qué tanto aparezca el personaje durante la película, depende del peso que éste tenga en la historia y en sí lo puedes hacer destacable. Lo que me llamó de "Cazador de sueños" fue que iba a trabajar con Larry Kasdan, el director, y con Tom Sizemore, que es un gran actor, nada más. -Usted hace que la actuación se vea sin esfuerzo, justo lo más difícil que un actor puede hacer... -No. Si se ve que no hay esfuerzo es porque en realidad actuar no es nada complicado. Creo que mientras más esfuerzo le pongas a tu trabajo, más falso se ve. Actuar no es nada difícil como profesión. Si simpatizas con el personaje, fluye por sí solo. El único secreto es la comunicación, el estar en contacto con el director o el guionista de manera recíproca. Yo nunca veo mis filmes hasta que pasa el tiempo, y con la distancia, es como puedo juzgar las elecciones de carrera que he tomado. -Entonces, ¿está de acuerdo en que actuar es un juego? -Claro, es un juego en el que compites con otras personas que también saben cómo se juega. -Pero, ¿qué hay de los actores que se meten en la psicología del personaje y no pueden salir de ella? -Diferentes personas, diferentes mundos. Cada quien trabaja de manera distinta. Hay actores que les toma mucho tiempo entrar al personaje, descubriendo capa por capa su alma, hasta que se sientan cómodos. Para otros, como yo, sólo es ponerse una distinta camiseta. Hay que respetar ambas maneras de acercarse a la actuación. Pero soy de los que está de acuerdo en que no necesitas conocer todas las necesidades y el background del personaje para interpretarlo. -En este filme trabajó con cuatro actores jóvenes, ¿qué le preguntan o usted qué les dice? -Les digo "hola, cómo están" (risas). Charlamos de todo, pero jamás les doy un consejo, ¿quién soy yo para hacerlo? y si me lo preguntaran, ¿qué les digo? Todos ellos son actores con carreras, que han trabajado desde chicos, y saben lo que es hacer una película. La edad no necesariamente te hace más sabio, así que no puedo llegar de la nada y decirles "¡hey, soy Morgan Freeman, esto es lo que deberían hacer!". Sería muy arrogante. -¿Siempre ha sido así de humilde? -No, probablemente no. Cuando tenía 20 años, lo sabía todo, como cualquier muchacho de la edad. La humildad creo que viene con la edad, esa sí viene con la edad, cuando entiendes que sólo eres un punto insignificante dentro de una enorme rueda. -Y cuando los críticos lo aplauden o recibe un premio, ¿cómo lo toma? -Se siente idéntico a cuando alguien en tu trabajo te da una palmadita en la espalda y te dice: "bien hecho". Te sientes bien por ese segundo y tu vida continúa como si nada. No te debes sentir el rey del mundo porque hiciste algo bien, simplemente aceptas que ese personaje te salió bien, y ahora el reto es: ¿lo harás igual de bien en el que sigue?. -Usted navega y además, ahora es piloto con licencia oficial, o sea que le encanta la aventura... -Completamente, ¿a quién no? Lo cierto es que siempre he caminado sobre una cuerda floja, no sé por qué, me encanta, es como una manera de encontrar balance en mi vida; la adrenalina, la oportunidad de retarme y demostrarme que puedo lograr lo que quiero. Como humano tienes que creer en ti mismo. Y a mí no me sucedió hasta que navegué y ahora que piloteo avionetas. Nunca lo sentí con la actuación. -¿Qué opina su familia sobre estos hobbies? -No tienen nada que opinar. Yo manejo mi vida. Yo soy el que vuela y el que navega. A mi esposa no le gusta, pero me respeta. Y he llevado a uno de mis hijos a un vuelo; le encantó. -El año pasado, tres actores negros ganaron un Oscar, y este año, Queen Latifah estuvo nominada, ¿es un indicador de cambio? -Sí, las cosas están cambiando. La industria se está viendo a sí misma de manera distinta. Ya no puede verse nada más de un color, porque no es real, el mundo está conformado por varios colores. Pero no porque Queen Latifah estuvo nominada significa que ya hubo un cambio radical, sino que por lo menos reconocieron que su trabajo fue tan grandioso como el de Catherine (Zeta-Jones) o Renée (Zellweger). Ese es el primer cambio. Pero la raíz de éste no es de la industria y eso es lo que la gente tiene que ver, es un cambio de la sociedad, del país. -¿Entonces cree que esa es la razón por la que Salma Hayek también fue nominada? -Sí, pero no sólo por el cambio en la sociedad. Nadie puede negar que Salma hizo un trabajo extraordinario como actriz. Como parte de una minoría, le costó mucho esfuerzo y trabajo sacar adelante "Frida", pero no quitó el dedo del renglón y lo hizo. Cuando vimos la película, nos dimos cuenta de su gran logro como actriz, su interpretación es perfecta.
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