El ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, expresó ayer que hallar las armas de destrucción masiva de Irak, cuya posible amenaza animó al Reino Unido y Estados Unidos a invadir ese país, ya "no es crucialmente importante". Tras el final de la guerra, los gobiernos de Londres y Washington recibieron presiones para demostrar que el régimen de Saddam Hussein realmente poseía los arsenales que provocaron el ataque de las fuerzas aliadas. Sin embargo, Straw se mostró dubitativo sobre si las tropas de la coalición británico-estadounidense descubrirán los agentes químicos y biológicos atribuidos al ex líder iraquí. El ministro británico de Defensa, Geoff Hoon, se declaró "convencido" de que las fuerzas aliadas hallarán las armas de destrucción masiva, toda vez que entre 1.500 y 2.000 soldados se están dedicando de lleno a esa labor.
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