Con los espacios de la Fiar absolutamente vendidos, algunos expositores se vieron desfavorecidos por haber tardado más de la cuenta antes de decidirse a concurrir. El Swift se quedó con el mejor stand de la exposición, en la punta de góndola del ingreso principal, luego de que otro frigorífico postergará su definición y perdiera una reserva que se le había acordado desde la Fiar 2000. Otros casos parecidos fueron los de las firmas lácteas Sancor y Milkaut, que quedaron como auspiciantes pero no tuvieron stands. También las empresas del grupo Gear (exportadores de la alimentación) terminaron apretadas y algo desdibujadas dentro del espacio de la Sepyme.
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