El pasado 16 de diciembre, 45 días antes de que el gobierno provincial los decretara, La Capital publicó un artículo sobre los métodos para definir los ascensos en la policía provincial. Allí se planteaba que las promociones se convalidan en base a mecanismos polémicos. Que el mérito y el desempeño quedaban opacados, a menudo, por la entrevista personal de la Junta de Calificaciones, integrada por oficiales superiores. Esta junta evalúa sin un parámetro específico, con criterios discrecionales, en una entrevista que equivale a la mitad de la nota. En esa misma nota se recordaba que Gambacurta había sido propuesto para ascender pese a que tenía una acusación abierta por la detención de Mariano Garrido. Y que había acusaciones semejantes. En octubre de 1995 Rubén Orellano dijo en Tribunales, al quedar libre tras unas horas de arresto, que recibió una paliza de Gambacurta para hacerse cargo del recordado robo de los boqueteros al Banco de Santa Fe de Arroyito. El caso fue tan sonado que se hizo una reuda de prensa en el Concejo Municipal de Rosario.
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La Ciudad
