Año CXXXVI
 Nº 49.831
Rosario,
domingo  04 de
mayo de 2003
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Elecciones 2003. Análisis del decisivo respaldo bonaerense a Kirchner
La Patagonia está en el conurbano bonaerense
El duhaldismo volcó a favor de su candidato distritos clave de su territorio. Y así logró ponerlo en el ballottage

Carlos Germano (*)

Una de las grandes incógnitas antes de la primera vuelta era si el presidente Eduardo Duhalde podría volcar a favor de Néstor Kirchner el peso de la estructura del PJ bonaerense. Las dudas se fundaban en la reticencia inicial de los caudillos peronistas locales hacia el santacruceño y de la supuesta identificación de los sectores empobrecidos del conurbano con Carlos Menem y, en menor medida, con Rodríguez Saá. También se especulaba que si el duhaldismo conseguía movilizar las estructuras partidarias para garantizar la concurrencia a las urnas, el comportamiento de los votantes podría depararle una dolorosa sorpresa.
El análisis de los resultados del domingo muestra que el presidente logró alinear sin fisuras a los intendentes del conurbano, y que este apoyo resultó fundamental para garantizar el acceso de Kirchner a la segunda vuelta. En un escenario caracterizado por la fragmentación geográfica del voto (Menem se impuso en el noreste y en el noroeste del país, exceptuando Formosa y Jujuy, cuyos gobernadores participaban del armado de Kirchner; Rodríguez Saá lo hizo en Cuyo, y Kirchner en la Patagonia), el trabajo de la estructura duhaldista fue decisivo para la suerte del santacruceño.
Cerca de la mitad de los votos de Kirchner (43%) provinieron de Buenos Aires, y un tercio (30%) de los 25 distritos que rodean Capital Federal. El patagónico, una figura con elevados niveles de desconocimiento en el conurbano hasta escasos meses atrás, obtuvo en ese distrito una ventaja de alrededor de 370.000 votos, que le permitió descontar la diferencia obtenida por Menem en los distritos grandes del interior (350.000 en Córdoba, y 150.000 en Santa Fe).
En este escenario de predominio de Kirchner, algunos jefes comunales se destacaron o bien por la ventaja obtenida en sus distritos, o bien por el caudal de votos aportados a la suma final. En La Matanza, Balestrini aseguró una diferencia de 11,8 puntos, o 65 mil votos (similar a los que obtuvo Menem en Misiones, Catamarca o Entre Ríos). Lomas de Zamora, el pago chico del presidente, gobernado por Héctor Mensi, aportó una diferencia de 12 puntos, o 40 mil votos. Almirante Brown, 11 puntos, o 30 mil votos. Lanús, con el liderazgo histórico de Manuel Quindimil, 10 puntos, o 30 mil votos. Diferencias similares se verificaron en Berazategui (territorio de Juan José Mussi), Florencio Varela (Julio Pereyra), Ituzaingó (Alberto Descalzo), Quilmes (Aníbal Fernández) y Tres de Febrero (Hugo Curto).
El aceitado funcionamiento de la maquinaria duhaldista contrastó con el pobre desempeño de otros referentes del conurbano, que no pudieron volcar sus distritos a favor de sus candidatos presidenciales. Los casos más evidentes son los de Rico en San Miguel (donde se impuso Kirchner con el 23,4% y Rodríguez Saá se vio desplazado al tercer lugar, detrás de Menem), y Melchor Posse en San Isidro (donde López Murphy relegó al puntano por quince puntos). El revés en su distrito y el relegamiento de Rodríguez Saá en la escena nacional plantean un serio interrogantes sobre el futuro de la candidatura a gobernador de Aldo Rico.
Del lado menemista, Luis Patti puede al menos exhibir los triunfos de Menem en Escobar o Pilar (con Ezeiza, las únicas excepciones en un paisaje dominado por Kirchner), aunque en ambos lugares por escasos tres o cuatro puntos. Peor parados aparecen Alberto Pierri y Alberto Kohan en sus roles de coordinadores de la campaña en Buenos Aires y cuyas chances de disputar la Gobernación se ven ahora esmeriladas.
Dos conclusiones se imponen a partir del análisis del resultado. La primera, que Duhalde ratificó el dominio de la estructura que constituye la base de su proyección política. La segunda, que en un eventual gobierno de Kirchner no será fácil la convivencia entre éste y Duhalde, quien controla las estructuras, los votos y una parte de los legisladores del PJ.
(*) Sociólogo y consultor político



Duhalde encolumnó a los caudillos del conurbano.
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