Año CXXXVI
 Nº 49.822
Rosario,
jueves  24 de
abril de 2003
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El ministro de local en la Empresaria

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, encontró en el auditorio de la Asociación Empresaria de Rosario la mejor tribuna para cumplir el objetivo de apuntalar la campaña de Néstor Kirchner. Casi un centenar de empresarios lo aplaudieron con ganas cuando fustigó al modelo económico de los 90 y se pronunció a favor de una estrategia de desarrollo que priorice el mercado interno.
"La modernidad no es la licuadora o un viaje a Miami, es un país que se desarrolle con equidad", dijo ante un auditorio que recibía con aprobación cada cita.
"¿Quién nos garantiza que no abran de nuevo la economía?", preguntó un empresario textil. Y el ministro fue directo: "La única respuesta posible es la que la sociedad dé en las elecciones".
Aunque hizo la desmentida de rigor ("No vengo a ninguna unidad básica o ningún comité", dijo) quedó clara la intención del ministro de apuntalar, en su primera visita a Rosario, al candidato oficialista. Para eso desempolvó una vieja invitación que le hizo llegar hace más de seis meses el titular de la Empresaria, Elías Soso.
Lo recibieron los principales referentes de esa entidad y los dirigentes más cercanos a la ex Unión Industrial de Santa Fe. Lavagna saludó especialmente a José Censabella, con quien lo une una larga relación.
A la hora del discurso, criticó a los candidatos que aseguran que traerán créditos externos. "Lo menos que necesita la Argentina ahora es endeudarse", dijo.
Aseguró que desde su punto de vista, "la locomotora de la economía no puede ser solamente la exportación sino el desarrollo del mercado interno" y defendió el Mercosur. Señaló que una política económica viable debe asegurar una distribución equitativa del ingreso, equilibrio fiscal y racionalidad . Y "retó" a los empresarios beneficiarios de la sustitución de importaciones, que ahora suben los precios.
En su segunda parada, el auditorio fue menos eufórico. Almorzó con la plana mayor del mercado granario en la Bolsa de Comercio . Con diplomacia, los referentes del negocio granario reclamaron contra la presión impositiva y, con toda su flema, el ministro rechazó los pedidos. Antes de partir hacia Córdoba, se entrevistó brevemente con el intendente Hermes Binner. "Fue una visita protocolar, de apenas media hora", dijo una fuente que, por si hiciera falta, aclaró: "Nada explosivo".


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