 |  | Capitán Bermúdez: Un tiro en el cráneo de origen confuso
 | Un día de alcohol, una separación reciente y una arma prestada se cruzaron en la vida de dos amigos que desde la noche del domingo enfrentan situaciones difíciles. Uno se encuentra internado en terapia intensiva, con un proyectil alojado en el cráneo y lesiones en su cabeza, y el otro, demorado hasta que la investigación determine lo que ocurrió en la casa de Francia 443 de Capitán Bermúdez. El hombre detenido asegura que su amigo se disparó en la cabeza después de que ambos efectuaran disparos dentro de la casa, en total estado de embriaguez. Pero para los investigadores hay dudas que ameritan comenzar un sumario por tentativa de homicidio, hasta que las pericias arrojen más datos sobre lo que ocurrió. Luis Eusebio Colombo, de 27 años, pasó todo el domingo con Javier Eduardo Rodríguez, de 25. Colombo vivía solo en la casa de calle Francia al 400, donde cerca de las 23 se produjeron cuatro disparos. Uno de los tiros dejó al hombre con una grave lesión en la cabeza. Le fracturó el hueso frontal, donde quedó alojado, y le produjo hemorragia interna. Otros tres disparos impactaron en las paredes del dormitorio y el baño de la casa. Rodríguez contó a la policía que comenzaron a percutar el revólver calibre 22 dentro de la vivienda sin explayarse en las motivaciones que los investigadores resumieron como "cosa de borrachos". Después de los tiros al aire, asegura que su amigo se apuntó a la cabeza y pulsó el gatillo. Rodríguez quedó detenido mientras la policía intentaba descifrar si se trató, como dijo, de una tentativa de suicidio o si fue un ataque. Esperaban, para eso, que Colombo se recuperara y diera su versión. Mientras tanto, se iniciaron pericias sobre el arma, un revólver calibre 22 que ese mismo día Colombo pidió prestado a un vecino. Además, contaban con huellas de sangre como para efectuar una reconstrucción de lo ocurrido, confió un vocero de la Unidad Regional XVII, jurisdicción a la que pertenece Capitán Bermúdez. La versión de Rodríguez cuenta con cierto respaldo que le otorga el testimonio de familiares del herido. Los tíos de Colombo, que viven al lado de su casa, indicaron a la policía que su sobrino se encontraba muy deprimido a partir de su separación, unos tres meses antes, y había manifestado tentativas de autoagresión en oportunidades anteriores. Colombo estaba ayer en la sala de terapia intensiva del hospital Centenario, con pronóstico reservado. La policía indicó que no perdió el conocimiento en ningún momento, aunque no lograron tomarle declaración durante el traslado al hospital no solo por las heridas, sino también por la cantidad de alcohol que había ingerido.
| |
|
|
|
|
 |
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|