Año CXXXVI
 Nº 49.820
Rosario,
martes  22 de
abril de 2003
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Reflexiones
La producción debe ser política de Estado

Jorge Giorgetti (*)

Trabajar para generar trabajo se ha convertido en una regla de oro en la política de nuestro país, por más que algunos se empecinen en no entenderlo. En la Argentina de los últimos años el Estado impuso una imagen de agresor de los ciudadanos, cuando naturalmente tiene que oficiar de protector; y el desafío que enfrentamos ahora es el de un rápido cambio de actitud. El estímulo a las fuerzas productivas debe estar en el centro de las políticas del gobierno nacional, de los gobiernos provinciales y de los municipales. Otra falencia evidente es el desaliento que nuestro país ha provocado a todo tipo de inversión, tanto de capitales nacionales como extranjeros.
En tanto no se recuperen los niveles de seguridad jurídica, constitucional, administrativa y económica, la atracción de capitales seguirá en franca declinación. La ley de equilibrio fiscal, que oportunamente presenté ante la Legislatura santafesina, aborda con profundidad este tema.
Cuando no afrontamos con fuerza, estrategia y acción las soluciones a los problemas, lo único que conseguimos es hacer más consistentes esos problemas. Una buena parte del impulso productivo que necesitamos en la provincia de Santa Fe está en la reactivación de tantas pequeñas y medianas empresas que han cerrado en los últimos años y que con inversiones pequeñas pero inteligentes pueden volver a ponerse en actividad. Es en estos casos donde las fórmulas de producción y de redistribución pueden ser acciones conjuntas para poner en marcha tanta maquinaria detenida.
El Estado debe generar sus acciones partiendo del concepto de invertir en lo útil lo que se gasta en lo superfluo. Una fuerte y sostenida política de estímulo para el comercio exterior es otra deuda pendiente que tenemos con los productores. En ese sentido, hay que impulsar un plan de gestación de cadenas de producción que permitan nutrir de valor agregado a los productos santafesinos.
Todo plan que se quiera llevar a la práctica exige otorgar un papel fundamental en la generación de crecimiento económico y desarrollo social al desenvolvimiento empresarial local, a la aplicación del conocimiento en la producción, al desarrollo e implementación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, al impulso de mejoras en la infraestructura económica, a la generación de nuevos negocios, a la diferenciación y a la creación de valor en los productos y servicios, como también, especialmente, a la calificación permanente de nuestros recursos humanos. Estas ventajas competitivas, sumadas a las naturales ventajas comparativas de nuestra dotada provincia, obviamente generarán un círculo virtuoso de la inversión, no sólo local sino también foránea, aceitando el engranaje productivo local.
Todo esto en el marco de fortalecimiento de la acción del Estado como agente propulsor de las fuerzas del mercado. Que la producción sea un tema de política de Estado hace a un Estado moderno. Y en este punto, interpreto que es el plan del doctor Menem el que nos puede reubicar en la senda de ese Estado moderno, gracias a sus herramientas de gestión empresarial y sus claros objetivos. Un plan que articula eficazmente lo local con lo global y lo público con lo privado.
Por supuesto, todo el proceso debe ser netamente incluyente desde la perspectiva social.
Si fortalecemos nuestras acciones en el presente, tendremos derecho a hablar de futuro; y en ese sentido vislumbro ya en el 2007 la cierta posibilidad de que nuestro actual gobernador santafesino, Carlos Reutemann, pueda seguir profundizando toda esta línea de trabajo, ubicado en el lugar que corresponde a la máxima autoridad del gobierno nacional.
Estas convicciones que sustentan mi acción, me hacen disentir con quienes aseguran que vamos a vivir empantanados en esta crisis por muchos años. La salida será lo suficientemente rápida si optamos por el rumbo estratégico adecuado. Es precisamente la convicción la que nos impone una ley ancestral: no abandonar los objetivos hasta que los objetivos estén cumplidos.

(*) Diputado provincial del Partido Justicialista


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