En el peaje de Lima todavía se perciben las huellas del desastre. Veinticuatro horas después, los parantes tirados en el piso y las manchas de sangre en la banquina de la mano que va de Buenos Aires a Rosario son mudos testigos de la tragedia. A escasos 10 kilómetros, en el Hospital Virgen del Carmen de Zárate, Adrián Barbosa se recupera de las heridas sufridas en el enfrentamiento con los millonarios. Adrián, de 22 años, padre de Adrián Jesús (2 años) y oriundo de Villa Gobernador Gálvez, sufrió heridas de arma blanca en la región dorso lumbar y perdigones en los glúteos. "No veo la hora de irme de acá y estar con mi familia", argumentó Adrián a Ovacion en la sala de guardia del hospital, poco minutos después del mediodía de ayer, con un tono que mezclaba angustia, susto y bronca. Es probable que en el término de 24 ó 48 horas reciba el alta y se pueda trasladar a su hogar o bien a un nosocomio de la zona para terminar su recuperación. Cerca suyo, y también en la sala de guardia, estaba Enrique José, otro hincha rojinegro, quien prefirió no hacer declaraciones.
"La pelea la iniciaron los de River", sostuvo, aunque aclaró que los micros de Newell's llegaron primeros al peaje pero se pararon unos metros después de pasar la barrera para orinar. "Fue entonces cuando empezaron a llegar los gallinas y pasó lo que pasó, pero ellos fueron los que provocaron". Pese a lo mal que la pasó, Adrián dijo que no piensa en tomarse venganza.
Barbosa, quien trabaja en la Municipalidad de Villa Gobernador Gálvez, dijo que los tiros del lado de River provenían de un auto rojo. "Yo veía claramente como sacaban los brazos para disparar", señaló, al tiempo que también dijo que hubo otros disparos desde dos traffic.
El hincha también explicó que las heridas de arma blanca que recibió se produjeron cuando los micros, al ver que los leprosos quedaban en notoria inferioridad numérica, arrancaron. Fue entonces cuando Adrián corrió para subirse a uno de ellos y no pudo y quedó a merced de los simpatizantes millonarios, quienes lo atacaron con alevosía hasta provocarle numerosas heridas cortantes. Esta situación se repitió en otros 15 hinchas más o menos que fueron alcanzados por sus pares de River.
Barbosa, quien dijo desconocer la existencia de un revolver (calibre 22) entre los rojinegros, viajaba en el micro azul que recibió cinco impactos de bala. También relató que a esto "ya lo pasamos ante Talleres (en la 4ª fecha en Córdoba), pero en esa ocasión nos agarraron a piedrazos", por eso tal vez es que cree que "después de esto, no sé si voy a seguir yendo a la cancha", al tiempo que descartó que esté pensando "en tomarme venganza" por lo que pasó.
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La Ciudad
