Mauricio Maronna / La Capital
El encuentro entre Carlos Reutemann y Carlos Menem convirtió ayer a Rosario en el epicentro de la política nacional. Aunque el gobernador no rompió públicamente su "prescindencia" de cara las elecciones del 27 de abril (ver página 5), el ex presidente se llevó comentarios elogiosos del Lole, en medio de un clima de empatía que sobrevoló la reunión. El jefe de la Casa Gris, como contrapartida, recibió el ofrecimiento de ocupar un ministerio en una eventual gestión del riojano. Por primera vez, ante una consulta de La Capital, Menem respondió explícitamente a las alusiones del candidato oficialista, Néstor Kirchner, sobre su situación familiar: "Eso le da la pauta de la calidad moral de este individuo". Sin periodistas a la vista, Reutemann ingresó cerca de las 9 al predio de Canal 3 y se dirigió directamente hacia la vivienda del presidente de Televisión Litoral SA, Alberto Gollán, quien hizo las veces de anfitrión. Un par de horas después, Menem irrumpió en el lugar saludando efusivamente al mandatario santafesino. Sin demasiado trámite, Lole le planteó las prioridades de la provincia: implementación de un programa de regalías agrícolas, inmediata conclusión de las obras del puente Rosario-Victoria, finalización de la autopista Rosario-Córdoba, iniciación de la autopista Santa Fe-Paraná, profundización de la hidrovía hacia el norte a 10 pies, dragado del Paraná, autovía Santa Fe-Córdoba, concreción del proyecto Circunvalar rosarino, sostenimiento y crecimiento de la producción lechera y reactivación del Ferrocarril Belgrano. "Fue una reunión de amigos, partiendo de la base de que vamos a llegar nosotros al gobierno: le pregunté (a Reutemann) qué es lo que le falta a Santa Fe para que lo instrumentemos lo más rápido posible", aseguró el candidato del Frente por la Lealtad, antes de preguntarse: "¿A quién no le gustaría contar con el apoyo de un gobernador de primera como es Reutemann? Es mi compañero, mi amigo, y yo soy el responsable de que él esté en el mundo de la política". Sin abandonar el medio tono y acompañado permanentemente por su compañero de fórmula, Juan Carlos Romero, el riojano adelantó que se viene un new deal en la Argentina, prometió caras nuevas en su gabinete y la creación del Ministerio de la Producción. "¿Lo sorprendieron las declaraciones del juez electoral de la provincia de Buenos Aires, Manuel Blanco, quien dijo que el resultado del ballottage «ni en sueños» estará terminado antes del 25 de mayo"?, consultó este diario. Menem tuvo la respuesta a flor de labios: "Eso se inscribe en lo que manifestó de entrada el presidente interino tras visitar a Juan Pablo II; ahí habló de que existía la posibilidad de un fraude y se desencadenó una serie de comentarios. Esperemos que den los tiempos...". La respuesta a la última pregunta de la conferencia de prensa pareció levantar el voltaje. "¿Hasta qué punto le molestan los dichos de Kirchner cuando se refiere en la campaña a su vida privada?". El semblante del candidato cambió y despachó una respuesta que parecía tener guardada desde hace semanas: "Eso le da la pauta de la calidad moral de este individuo que se mete en la vida privada de las personas. Yo, pese a que sé muchas cosas de él, no me voy a meter en su intimidad. Pero para estos difamadores tengo un proverbio árabe: «Si un necio te grita, ¿acaso te pones a gritar?; si un perro te ladra, ¿acaso te pones a ladrar?». Con eso está todo dicho...". El santacruceño había señalado que "un presidente que no quiere a su familia, a sus hijos, no puede querer a sus hermanos". Luego de un contrapunto sobre su ya mítica frase de que el 27 de abril se alzará con la victoria porque en la Argentina "nadie masca vidrio", el dos veces presidente desafió: "¿Cuándo vivieron mejor, ahora o durante nuestra gestión? Las imputaciones que me hacen obedece a una desastrosa campaña de los medios de izquierda, los progre que, ante el fracaso de la Alianza, trataron de destruir nuestra imagen, que fue la de uno de los gobiernos más exitosos". Menem pronosticó una victoria "cómoda" en la provincia de Santa Fe y admitió que le ofreció "a Reutemann, o por su intermedio a quien él proponga, algún ministerio en nuestro futuro gobierno. ¿Cuál será? Eso es materia de conversación". Antes de despedirse de los periodistas y partir raudamente hacia el encuentro con empresarios y dirigentes (ver página 4), dejó flotando una de sus citas míticas. "La campaña de difamación es permanente. Es como la moneda falsa: la acuñan los delincuentes y la hacen circular los honestos", sentenció. Con la sensación de haber capitalizado la buena imagen del gobernador Reutemann, Menem se trepó a un vehículo no sin antes trazar un horizonte optimista: "Nuevamente tenemos que empezar a transformar nuestro país con una revolución en paz para salir de este desastre, al que han llevado los inútiles desde diciembre de 1999, porque estamos caminando en medio de los escombros. Vamos a convocar a los hombres y mujeres más capaces, porque el pueblo argentino merece toda la felicidad".
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