Luis Castro / Ovación
Los tres puntos que consiguió Newell's fueron valiosos en todo sentido. Porque le permite seguir escalando posiciones. Para mantener el ánimo en alza. Y para conservar las chances necesarias en la conquista por los objetivos planteados en el arranque del torneo. Hasta ahí, todo bien. Pero más allá de esto también debe soslayarse que los dirigidos por Héctor Veira no pueden alcanzar una victoria tranquila. Y, como ayer, termina pidiendo la hora. Ante Banfield hubo dos jugadores clave en el triunfo leproso: Walter Silvani y Luciano Palos. El delantero porque consiguió los dos tantos de la victoria. Y el arquero porque cada vez está más aplomado y, a la vez, demuestra seguridad bajo los tres palos. Volvió el goleador. Lo de Silvani fue muy importante. Durante la semana estuvo en boca de todos por su ausencia en las redes desde la tercera fecha, cuando de penal marcó su primer gol con la casaca rojinegra jugando ante Arsenal. "No estoy preocupado, estoy ocupado en el tema. Pero sí, me molesta que pasen tantos partidos sin poder convertir un gol", decía el delantero en los días previos. Por eso en los entrenamientos de la semana el Cuqui centraba sus ensayos en la definición. El 0 a 0 parecía que iba a sellar el primer tiempo. Los murmullos bajaban de las tribunas. Cuando Silvani, quien siempre recibió el apoyo de la gente por su entrega, no lograba dominar alguna pelota ya las miradas no eran las mismas de antes. Pero eso cambió rotundamente sobre el cierre del primer capítulo, en el momento en que marcó el tanto que ponía a Newell's en ganador. El festejo y la dedicatoria a los hinchas, para que el pueblo leproso gozara. Y como si fuera poco, Silvani alcanzó el segundo en el complemento. Para que aquellas dudas que se afianzaron en los últimos días por su falta de gol quedaran atrás. Para que la gente le entregara su voto de confianza. Arquero seguro. Luciano Palos tuvo sus méritos en el triunfo leproso. En cada intervención mostró seguridad y tapó varias pelotas con destino de red. Banfield había llegado al descuento y se venía en busca de más. Y generó algunas jugadas que fueron bien controladas por Lulú, generando el aplauso de los rojinegros. Silvani recuperó su olfato goleador. Tuvo su gran tarde al hacer doblete. Palos atajó todo lo que tiraron y le entregó confianza al equipo. Dos aspectos positivos que deben colocarse en el haber. Pero, claro, en el negativo hay que resaltar una vez más el quedo del equipo y la imposibilidad de finalizar un encuentro sin sufrimiento. Un aspecto a mejorar.
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