Año CXXXV
 Nº 49.811
Rosario,
domingo  13 de
abril de 2003
Min 15º
Máx 23º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Drama pasional. Hablan familiares del homicida y de la víctima
"Esto fue una pelea de pibes que tuvo un epílogo trágico"
Héctor García considera excesiva la sentencia contra su hijo y anticipa que la apelará

"Apenas pasó eso mi hijo me dijo: «me mandé una cagada y la voy a tener que pagar. Voy a tener que estar unos años preso»", recuerda Héctor García, el papá del joven de 22 años que fue condenado a 14 años de prisión por el homicidio de Pablo Pagani. "Ahora, cuando se enteró del fallo, con la misma entereza de aquel entonces, él trata de consolarnos a nosotros cada vez que vamos a visitarlo a la cárcel", agrega.
Los García viven en una casa de clase media de Maciel. A sólo 200 metros de donde ocurrió el crimen. No se esconden, saben que "la vida nos puso un hierro caliente en las manos" y hablan asumiendo la dura realidad que les toca vivir, aunque pareciera que les cuesta mencionar la palabra muerte. "Nosotros nos ponemos permanentemente en el lugar de los padres de los otros chicos y lloramos por los tres", coinciden Héctor y su esposa. Y el hombre cuenta una anécdota al respecto. "Eso (el crimen) pasó una madrugada de viernes y al pibe lo sepultaron el domingo. El lunes yo me crucé en la calle con Pagani y nos abrazamos, nos largamos a llorar y me dijo que no tenía nada contra mí. Que si su hijo hubiese sido el que iba con un arma el final podría haber sido otro. Desde entonces nos hemos cruzado varias veces y cada uno a su manera lleva adelante su dolor".
Héctor no está conforme con la condena de su hijo y minimiza el homicidio: "Esto fue una pelea de pibes con un final trágico y le dieron con todo. Nosotros vamos a apelar porque nadie tuvo en cuenta que mi hijo ayudó a la chica a buscar ayuda y se entregó a la policía. Quizás, si se hubiese escondido y asesorado antes de hablar en la comisaría podrían haber entendido que fue un acto de emoción violenta y la pena sería menor".
En la familia García "jamás hubo un antecedente policial, mi hijo no sabía lo que era una comisaría, y ahora está en una cárcel (en Rosario) donde día a día aprende códigos nuevos y está rodeado de gente que carga muchas más culpas que él. Por suerte, nuestra presencia y la de sus amigos, con los que habla por teléfono o lo van a visitar, le permite seguir adelante con fuerza. Cuando salga seguramente podrá rehacer su vida, todavía va a ser joven".
Héctor también reconoce que el cuchillo asesino siempre estuvo en el auto. "El me ayudaba en el campo. Tenemos una máquina fumigadora y por suerte mucho trabajo en la zona. Pero jamás pensé que lo iba a usar así. Fue una noche de locura".
Los padres de Sebastián también hablan de la relación que su hijo tenía con Carolina. "Uno nunca termina de entender lo de los pibes de ahora. Salen, se pelean, vuelven a salir. Ella declaró (ante la Justicia) que se habían peleado, que estaba saliendo con el otro muchacho, pero todas las noches hablaba con mi hijo 30 o 45 minutos por teléfono. Y eso que vivían a dos cuadras. Para nosotros ella era su noviecita y te aseguro que la noche del hecho habían quedado en encontrarse para salir juntos. Pero bueno, la piba salió con el otro muchacho".


Notas relacionadas
14 años de prisión por asesinar al novio de su ex pareja
Dolor compartido
Una muerte desgarradora que renovó la tragedia
Un padre que no olvida ni perdona
Confesión
Diario La Capital todos los derechos reservados