Maciel es un pueblo chico. La mayoría de sus 5 mil habitantes se conocen y las familias García, Nievas y Pagani no escapan a esa regla general. Pero más allá de eso, las tres vieron trágicamente cruzados sus destinos una madrugada de agosto de 2000. La pelea de los jóvenes Sebastián Gerardo García y Pablo Sebastián Pagani por el amor de la adolescente Carolina Nievas terminó con Pablo asesinado a puñaladas. Antes de que se cumplieran dos meses del crimen, la chica se suicidó arrojándose al paso de un camión. Desde aquel día cada familia carga su pena. Se cruzaron y cruzan a diario por las calles de la población. A veces se saludan y siguen adelante obligados por la necesidad. A dos años y ocho meses de aquella noche fatídica que les cambió sus vidas, y a pocas horas de conocer la sentencia judicial que pone un punto al episodio, cada una asume el presente desde distintas posiciones pero desde un idéntico dolor.
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