Alejandro Cachari / La Capital
Como si la fiesta no hubiera cumplido ampliamente con las expectativas de la multitud que decidió apoyar masivamente el boom que vive el tenis argentino, la última jornada -con el resultado puesto- ofreció una especie de "bonus track" orquestado involuntariamente por los dos partidos que en principio sólo debían respetar el reglamento. Pero la presencia de Mariano Zabaleta ante Mikhail Youzhny y la de Gastón Gaudio frente a Nicolay Davydenko armaron un marco impresionante que sirvió para desarrollar toda la algarabía, ya sin presiones, de una victoria inolvidable por 5 a 0 sobre el último campeón del mundo de la Copa Davis. Zabaleta derrotó a Youzhny por 6/1 y 6/4 y consumó de esa manera su primera victoria por la Ensaladera de Plata después de unas cuantas decepciones y sinsabores que incluyeron aquella serie inconclusa en Chile. Gaudio extendió su impresionante récord a 13 victorias y 1 derrota tras imponerse a Davydenko por 7/6 (7-4) y 6/3. Mariano igualó las estadísticas con Youzhny. Le ganó las últimas dos veces que se enfrentaron y ahora tienen dos triunfos cada uno. Gastón se puso 2 a 0 contra Davydenko, que estuvo muy cerca de quedarse con el primer set, pero sucumbió ante la superioridad del tenista de Temperley. Pero la cuestión estuvo más allá de los números. Gustavo Luza incluyó a Zabaleta en el primer turno para que el público le mostrara todo su cariño al tenista argentino más querido y sus colegas y compañeros. Y a Gaudio después para que se le tributara el merecido reconocimiento a quien es el poseedor de unos de los mejores récords mundiales, sino el mejor a esta altura, en juegos por la Davis. Otra vez más de 10.000 personas dieron el presente en el Monumentalito (las entradas para la última jornada estaban agotadas desde el viernes), que repitió un 5 a 0, como en la primera ronda de este año frente a Alemania, que llegó disminuida por la ausencia de Tommy Haas. Los partidos fueron una excusa para festejar el acceso a las semifinales por segundo año consecutivo después de casi una década de desventuras en la zona Americana de la Davis. Pero no hubo detalle que quedara sin cubrir. Zabaleta y Gaudio se impusieron en sets corridos, los jugadores dieron la vuelta olímpica y la ovación fue conmovedora casi en la orilla del río de la Plata, donde Argentina, en dos presentaciones, no perdió un solo partido. En realidad, ese es el récord del ciclo que conduce Gustavo Luza desde comienzos de 2003. Diez partidos y todos ganados. Claro, en septiembre la historia será diferente. En España, sobre polvo de ladrillo o en cemento, del otro lado estará la imponente armada española. Pero a esta altura, está comprobado, para el equipo argentino de Copa Davis todo es posible.
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