Conduce a uno de los equipos más sólidos del torneo, más allá de la juventud que reina en el plantel. Ayer, sus muchachos se quitaron de encima con mucha facilidad al hasta entonces ascendente Rosario Central. En el vestuario de Vélez desbordaba la felicidad por las cuatro paredes. Pero su técnico, Carlos Ischia, prefiere tomar este presente con mesura. O por lo menos esa es la senación que le dejó ayer a Ovacion.
-Enfrentó a un técnico que estudia rivales, en ese sentido es muy parecido a usted, ¿se puede decir que ganó la partida táctica?
-No lo diría de ese modo. Soy de ver al rival, de estudiarlo, pero tampoco soy obsesivo ni enfermizo. Más bien confío en los jugadores, que son los que resuelven los partidos.
-¿Cómo explica la enorme diferencia en el marcador?
-Hoy (por ayer), en el primer tiempo, todo lo que planificamos nos salió a la perfección. Todo lo contrario de Central, que todo lo que intentó le salió mal.
-¿Supo planificar el partido perfecto?
-No tenemos que pensar que tuvimos la varita mágica, todo lo contrario. Central vino, luchó y se encontró frente a un equipo al que le salían todas, y encima definió con mucha frialdad. Pienso que terminar un primer tiempo con 4 goles de ventaja marca una diferencia indescontable.
-¿Qué fue lo que más destaca?
-Manejamos la línea defensiva con mucho criterio, muy concentrados. La prueba es que los jugadores de Central, en el primer tiempo, no tuvieron posibilidad de encontrarse con la pelota.
-¿Qué les dijo a los jugadores en el entretiempo?
-Al partido le quedaban 45 minutos y nunca nadie ganó un partido antes de que termine. Tal vez en el segundo tiempo regulamos un poco, pero igual seguimos buscando más goles, convertimos uno y podríamos haber marcado alguno más.
-¿Vélez se encamina a pelear fuerte arriba?
-Es muy difícil saber hasta dónde podemos llegar con este equipo. Tenemos el plantel más joven del torneo, pero no sería nada raro ni siquiera sorprendente que Vélez dispute los primeros puestos hasta el final del campeonato.
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La Ciudad
