Sergio Faletto / Ovación
Los directivos canallas no fueron la excepción del maltrato que le dispensaron en La Plata a todos los centralistas, pero con relación a si Central presentaría una protesta formal ante la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), el presidente auriazul Víctor José Vesco desestimó esa posibilidad. "Acá no se trata de protestar ni de presentar notas, cada uno sabe lo que hace, Domínguez es presidente de un club y ocupa un cargo importante en la AFA, y si él decidió actuar de esta manera se tendrá que hacer cargo, porque yo tengo muchos años en el fútbol y le puedo enseñar al hoy titular de Gimnasia que los partidos se ganan en la cancha. La revancha fue el triunfo. A lo mejor ahora, después del partido, Domínguez ya aprendió la lección", aseguró el escribano. Uno de los más indignados por la actitud de las autoridades de Gimnasia y Esgrima es el vicepresidente primero canalla, Juan Carlos Campagna, quien ayer le relató a Ovacion con lujo de detalles los inconvenientes que debieron sortear para ingresar a la cancha del Lobo. "Tal vez los equivocados seamos nosotros, porque acá cuando vienen les brindamos todas las comodidades a los directivos del club visitante, pero la verdad es que nunca viví una situación semejante en el fútbol argentino, porque trataron por todos los medios de sacarnos de quicio", expresó Campagna antes de detallar la odisea que vivieron en el bosque platense. "La primera provocación fue cuando llegamos a la cancha, ya que encolumnamos nuestros autos detrás del colectivo en el que viajaba el plantel y en la puerta del estacionamiento nos evitaron el ingreso. Luego de largas discusiones, el jefe del operativo de seguridad recibió como respuesta del vice segundo de Gimnasia que «los dirigentes de Central pongan el auto donde puedan, menos en el estacionamiento cerrado». Ante esto mostramos la credencial de AFA, la que habilita al libre ingreso y estacionamiento dentro de los estadios, pero recibimos como contestación que ahí el único que daba órdenes era el gerente de Gimnasia. Parece que en ese club es más importante un empleado que el propio presidente Julio Grondona. Cansados de tanto atropello, optamos por volver al hotel, dejar los autos y retornar a la cancha. Y ahí siguió la pesadilla. Porque nos dieron como ubicación un palco que, además de ser tan chico, para llegar había que pasar entre los plateístas locales", describió todavía con bronca el vicepresidente auriazul. Y abundó: "Pero el maltrato no concluyó ahí, porque cuando llegamos a ese lugar de un metro por un metro, se acercó el vicepresidente segundo de Gimnasia, un tal Robert, para decirnos de muy mala manera que el personal de seguridad que nosotros llevamos no podía estar ahí, personal de seguridad que nos acompañó justamente porque en una ocasión los hinchas de La Plata golpearon salvajemente a Jorge Gianantonio (ex directivo auriazul) por gritar un gol de Central. Ante esto, decidimos retirarnos del lugar y nos fuimos a la platea visitante, para lo cual tuvimos que pasar frente a la popular local". "Lo más insólito de todo esto es que el presidente de Gimnasia, Héctor Domínguez, fue testigo presencial de todo esto, y sin embargo ni se inmutó. Y su responsabilidad es doble, porque además de ser el máximo directivo de ese club es también un alto dirigente de la AFA, por lo que convierte en grave su actitud", sentenció Campagna.
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