Supuestos hinchas de Gimnasia atacaron anteanoche la casa paterna del ex tripero Mariano Messera, realizando pintadas en su frente, cuando horas antes habían hecho lo mismo con Gustavo Barros Schelotto, como derivación de la derrota que Central le infligió al Lobo por 4 a 0.
Barros Schelotto y Messera, con reciente pasado futbolístico en Gimnasia, donde ambos brillaron, fueron maltratados el domingo durante el encuentro en La Plata.
El Mellizo Gustavo fue quien mayor participación tuvo en los incidentes con los simpatizantes triperos, pues él mismo se trenzó en una disputa verbal con los plateístas locales y mantuvo discusiones con el arquero Juan Carlos Olave, el zaguero Marcelo Goux y el técnico Carlos Ramacciotti.
Es que Barros Schelotto tildó a los jugadores albiazules de "socios" del técnico rosarino (estuvieron con él en Belgrano) y Ramacciotti habría bajado el pulgar para que Gustavo se reintegrara al club mens sana.
Entonces, al finalizar la primera mitad del partido de ayer, el Mellizo se agarró a las trompadas con Olave, quien a su vez se topó con Hernán Castellano, el arquero suplente de Central. Como consecuencia de ello, ambos guardavallas se fueron expulsados por el árbitro Héctor Baldassi.
Este incidente tensó la situación y en la misma medida en que Central fue redondeando la goleada ante Gimnasia se hizo insostenible la relación de Barros Schelotto con los hinchas de Gimnasia, con quienes se cruzó en reiteradas oportunidades.
Cuando se retiró reemplazado por Leonardo Talamonti, el volante aplaudió aparatosamente a la hinchada rosarina y chocó sus palmas con Miguel Angel Russo, técnico de Central y de reconocido pasado en Estudiantes de La Plata.
El Mellizo Barros Schelotto subió al micro que transportó a Rosario al plantel canalla con fuerte custodia policial y, una vez arriba, vía comunicación telefónica, se enteró a través de sus familiares que una hora previa al inicio del encuentro había sido apedreada la casa paterna ubicada en diagonal 78 entre 6 y 7.
La reacción del jugador fue instantánea y dirigió acusaciones y gruesos epítetos hacia un par de dirigentes triperos que se habían acercado a la unidad, como el vicepresidente Daniel Robert y el presidente de la subcomisión de fútbol, Juan Conti, a quienes invitó a pelear.
El jugador, en declaraciones radiales, señaló que durante la semana ya se palpitaba una situación como la que se vivió el domingo y que, por eso, aconsejó a su padre Hugo que "no concurriera a la cancha para evitar cualquier inconveniente".
Superado este entredicho se supo que desconocidos realizaron pintadas frente a la casa paterna de Messera, en Tolosa, donde el enganche fue calificado de "traidor", porque supuestamente no quiso regresar a la entidad platense. (Télam)
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La Ciudad
