Los vehículos económicos, como los Corsa, Clio, Fiesta, etc., en la jerga denominados como segmento B, tradicionalmente ocuparon la porción más importante del market share del comercio automotor. Si bien esta franja conserva su preponderancia, pierde hoy posiciones por el avance de los autos medianos y de alta gama. "Hoy es más fácil vender un auto caro que uno del segmento B", resumió Armin Reutemann. Esta pérdida de peso está ligada a la caída del poder adquisitivo de vastos sectores de asalariados o profesionales independientes que tienen sus ingresos en pesos. Estas personas echaban mano a la financiación, que hoy ofrece escasísimas herramientas, a excepción del plan de ahorro y puntuales líneas de bancos y marcas. Reutemann explicó que "el segmento más castigado es el del auto chico porque era para gente de menos recursos, compraba con una cuota de 180 pesos más un seguro de 120 y por 300 pesos iba pagando el auto, pero ahora no puede porque gasta todo eso en llenar el changuito del súper". En los segmentos inferiores, igual que el resto, también se maneja al contado, lo cual hace más difícil para sus clientes habituales acceder al 0 km. El mercado se define por el precio y por eso tallan fuerte las promociones y descuentos que son por plazos o para un stock limitado de unidades. Tal el caso de Chevrolet, que obtuvo muy buenos resultados con algunas versiones del Corsa y también algunos vehículos de segmento superior como el Astra. Otra prueba del comportamiento de la gente es el éxito del Ford Fiesta, líder en ventas desde que salió en septiembre pasado por ser el más barato del segmento B. Los que tomaron la delantera no deben confiarse porque Renault está implementando bonificaciones importantes en el Clio, mientras que Fiat también mejoró notablemente sus ventas de Palio y Siena, apoyados en la oferta de equipo de GNC de fábrica y precios más bajos. Sobre este aspecto, Alfredo Pesado Castro indicó que "hay promociones e incentivos que se difunden masivamente y otros que no, pero la gente los conoce a todos, está mucho más informada de lo que se cree". De todas formas, "el segmento B no se va a dinamizar mientras no haya un crédito accesible", admite Daniel Maritano, de Fiat, quien sin embargo enfatizó que multiplicaron por tres la suscripción de planes de ahorro en los últimos meses. Como la financiación es casi nula, en el desierto sobresale una nueva línea del Banco Rio, que opera con las marcas del Grupo Volkswagen (VW, Audi y Seat) de créditos en pesos, de 12 a 24 cuotas y tasa anual del 9%. También hay una línea del grupo Renault-Nissan pero a través de su propia financiera con créditos en pesos, de 6 a 24 cuotas y tasas del 0 al 39%. Pero todo lo que se ofrece en el mercado es poco, de difícil acceso y caro, según la visión de los comerciantes. De todos modos, existe un interés creciente de los bancos en el negocio prendario. Un importante concesionario local confesó que dos bancos lo visitaron para "ver qué se puede hacer", ya que "los bancos están sentados arriba de mucho dinero, pero tampoco quieren jugarse hasta que no se aclare la transición al nuevo gobierno", explicó en tono de confidencia. También se barajó hace unos meses la posibilidad de que el gobierno implemente medidas que estimulen las ventas, aunque las posibilidades son acotadas. Las terminales no quieren saber más nada de planes canje porque el Estado aún les adeuda una fortuna por las operatorias anteriores, por lo que sólo se podría avanzar en algo parecido a lo que fue el uso de los Boden. De todas formas, los operadores no ven con buenos ojos métodos que distorsionen el mercado y sólo aceptarían de buen grado rebajas en los impuestos que achiquen los precios.
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