Una intensa tormenta de invierno afectó a la costa este de Estados Unidos, donde cayeron hasta 65 centímetros de nieve, y dejó al menos 13 muertos en accidentes relacionados con el mal tiempo. Uno de los hechos más dramáticos sucedió en Edison, Nueva Jersey, por el peso de la nieve cedió un techo de un centro de enseñanza con una cafetería y sepultó a 15 personas. Una de ellas murió, mientras que cuatro resultaron heridas. En los estados de Virginia, Washington, Maryland, Pennsylvania y Nueva Jersey, así como en el área metropolitana de Nueva York fue declarado el estado de emergencia, que autoriza a los gobernadores a activar a la Guardia Nacional y pedir asistencia federal para remover la nieve. La nevada que cubrió Nueva York, con más de 50 centímetros de espesor y vientos de hasta 80 kilómetros por hora, fue considerada una tormenta histórica. La oficina meteorológica indicó que la tormenta -cuyo fin se esperaba para hoy a la madrugada- era la peor que azotó la ciudad desde la de 1996 que paralizó la urbe por dos días. De todos modos, el caos fue limitado por el feriado nacional del Día del Presidente, en el que los neoyorquinos sólo pudieron permanecer en casa o, los más aventureros, disfrutar de algunos juegos invernales en las calles casi desiertas. Los 1.500 barrenieves y camiones salinizadores de la ciudad trabajaron a pleno desde las primeras nevadas de anteayer al anochecer. En tanto, el servicio público de autobuses sufría demoras importantes hasta que todas las compañías privadas suspendieron la circulación y dejaron al servicio de subterráneos como el único medio de transporte disponible. Por las calles estrechas era imposible el tránsito de vehículos, debido a la nieve acumulada, mientras se limpiaban las más importantes. El aeropuerto de La Guardia fue cerrado y hubo cancelaciones masivas en las otras dos terminales aéreas de la ciudad, John Fitzgerald Kennedy y Netwark. Según se indicó, los gobernadores de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut decretaron la emergencia para atender la falta de electricidad -en muchos casos, única fuente de calefacción-, la caída de árboles y postes, la interrupción de las telecomunicaciones y el bloqueo de los caminos. El chubasco estuvo precedido en Nueva York por temperaturas inferiores a los -16º C y -20º C el sábado y el domingo, y con la tormenta las marcas se elevaron a -5º C. La nevada, sin embargo, no detuvo a los fanáticos de los deportes invernales, ya que decenas de personas visitaron el Central Park de Manhattan para jugar con la nieve a bordo de carritos, trineos y bateas plásticas.
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