Mauricio Tallone / La Capital
Capital Federal (enviado especial). - De movida es preciso interpretar el verdadero espíritu de estas líneas y no comulgar con mensajes tergiversados. Porque si bien los guiños del funcionamiento en el verano canalla ayudan a proyectar sensaciones emparentadas con el optimismo, la verdad de la historia es que Central pone en marcha esta noche, desde las 21.30 y para la TV, ante San Lorenzo el operativo sumar cueste lo que cueste.
Pero en el rubro conjeturas también hay espacio para otras lecturas menos rigurosas. Por un lado, ya se consumió el tiempo para experimentar el trazo grueso de nombres en busca de optimizar el funcionamiento y los amistosos en la pretemporada en Tandil y en Uruguay pasaron a ser una fábula. Aunque también es cierto que las horas de vuelo que capitalizó el equipo en los partidos preparatorios otorgan tierra fértil para activar el botón de la confianza en el marco de su relativa influencia. Por supuesto que esto no garantiza una oferta determinada de juego y menos aún un resultado, pero ayuda a percibir señales.
Precisamente el primer síntoma que invita a creer que el equipo de Russo tiene armas para pilotear esta compleja empresa está apoyada en el ambiente previo que gobierna al plantel. Los muchachos no sólo hicieron correctamente todos los deberes en el período de vacaciones sino que utilizaron esas semanas de convivencia y encierro en las sierras y las costas uruguayas para reforzar lazos humanos y futbolísticos. La obtención de las dos copas veraniegas fortalecieron y armonizaron de tal modo las aspiraciones, que hoy cualquier voz consultada del grupo está compenetrada en sumar esos benditos puntos para zafar de una vez por todas de la Promoción y por ende del descenso.
El clima de realismo que roza al grupo también alcanza al rival de esta noche. Todos saben que en tren de elegir San Lorenzo no es la mejor alternativa para medir fuerzas desde el inicio, pero un resultado satisfactorio en el Nuevo Gasómetro obraría de inflador anímico para encarar las 18 estaciones que se vienen.
El interrogante esencial, en estos casos, se consume con una pregunta típica. ¿Las herramientas futbolísticas que cocinaron los canallas en los últimos meses les alcanza para arrebatarle el partido al equipo de Insua?
La primera aproximación indica que los dirigidos por Russo deberían reducir su propuesta a un desarrollo basado en el contraataque. Ante un equipo como San Lorenzo, cuya idea madre es el buen trato de pelota pero con tendencia a descubrirse atrás, el endiablado momento del Chelito Delgado, las subidas progresivas de Ferrari y Cárdenas y el aporte del tándem Messera-Barros Schelotto son notas de concierto dignas de aprovechar. Además las dimensiones de la cancha del Nuevo Gasómetro acompañan, porque si los muchachos de Insua no logran hacer pesar de entrada el martilleo ofensivo que genera el talento de Romagnoli y el posterior aprovechamiento del eterno Beto Acosta, el paso de los minutos será un martirio azulgrana y un bien gracias para los canallas.
El operativo sumar cueste lo que cueste esta noche se pone en marcha para Central. Russo y sus muchachos son los encargados de pisar el acelerador, circular por el objetivo trazado y no desviarse de esa ruta durante las 19 fechas que componen el Clausura.
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La Ciudad
