Carlos Roberto Morán / La Capital
Santa Fe. - La designación del obispo marplatense José María Arancedo como nuevo titular de la arquidiócesis santafesina despertó todo tipo de expectativas dentro y fuera de la grey católica desde que se conociera la novedad, confirmada por el administrador apostólico Moisés Blanchoud. Al sacerdote, primo hermano de Raúl Alfonsín, se lo ubica dentro del sector "progresista" de la Iglesia que tiene como representantes, entre otros, a los obispos Justo Laguna y Jorge Casaretto. Su designación, según comentó en Mar del Plata, surgió de una terna propuesta por el nuncio apostólico al Papa Juan Pablo II, "como es habitual en estos casos", y su asunción tendría lugar luego de Semana Santa. En sus primeras declaraciones, monseñor Arancedo manifestó tener la intención de establecer una política de "puertas abiertas" en la Iglesia de Santa Fe. Consultado sobre el caso de su predecesor, monseñor Edgardo Storni -quien se alejó meses atrás envuelto en un escándalo por presuntos abusos sexuales a seminaristas-, Arancedo dijo que oportunamente siguió "con dolor" todas las alternativas. No obstante, manifestó que éste es "el momento de mirar hacia delante y reconstruir una Iglesia que tenga que ser lo más semejante a Jesucristo". Recordando palabras del Papa, dijo que "más que maestros, la gente necesita testigos". En sectores de la Iglesia santafesina consultados por La Capital se interpretaba que la designación podría ser muy beneficiosa para la grey, porque se considera que Arancedo es una persona ajena a Santa Fe y que llegará a la ciudad sin estar sometido a presiones y amistades. Para la mayoría de los consultados se trata de un verdadero desconocido. En sus declaraciones de la víspera fue explícito en su ideario respecto de lo que debe ser su tarea eclesial. "La Iglesia tiene que ser muy fiel a Jesucristo para así ponerse al servicio de los hombres. Debe dar un testimonio coherente de puertas abiertas, servidora de la gente y predicando el mensaje que ha recibido, basándose en los valores de la caridad y el servicio a los más necesitados". Arancedo enfatizó que le interesa rescatar la historia centenaria de la Iglesia de Santa Fe y destacar la tarea de figuras sacerdotales, obispos y laicos muy comprometidos. El nuevo arzobispo tiene pensado asumir después de Semana Santa, aunque Blanchoud expresó su deseo que de para esa fecha ya se encuentre en Santa Fe. El administrador apostólico del arzobispado capitalino anticipó que viajará a Mar del Plata para hablar con Arancedo sobre los actos de asunción de sus funciones, pero sin duda también tendrá que ofrecerle un panorama sobre la realidad de la Iglesia local, que ha quedado muy marcada y hasta violentada por los hechos relacionados con Storni y las causas abiertas en la Justicia, que aún no han concluido y que incluyen el hecho de que tres ex vicarios y el ex secretario privado de Storni se encuentren procesados. "Estoy preparándome en la oración para acercarme y tratar de ser el signo más visible de lo que es el amor de Jesucristo por los hombres", comentó el arzobispo designado, y agregó que su primera medida será la de acercarse y conversar con los sacerdotes y fieles santafesinos. "Cuando uno se ordena sacerdote -añadió- es para servir. La Iglesia me ha llamado para asumir este compromiso y lo haré como un servidor del Evangelio para ayudar a formar lo que es la comunidad cristiana, que tiene que crecer en la humildad y la verdad".
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