La iniciativa está adaptada a la Argentina de hoy. Pretende hacerles las cosas más fáciles a los discapacitados pensando en la economía. "Podemos crear nuestros propios elementos sin la necesidad de comprarlos y hasta construir varios al precio de uno más sofisticado que ya exista en el mercado". La propuesta es que los pacientes puedan llevarse los dispositivos a sus casa y logren, por ejemplo, "automatizar el hogar". Está previsto hacer convenios con institutos de enseñanza que puedan aportar el trabajo de sus alumnos buscándole "un sentido y una aplicación a los trabajos prácticos" que a veces no tienen utilidad formal. Por ahora, el área de Bioingeniería de Ilar recibió el apoyo económico del Banco de Santa Fe, aunque se hace necesario un mayor incentivo privado. El aporte financiero de las empresas es fundamental para la compra de materiales. "Con pocos fondos se pueden hacer cosas interesantes que solucionarían la vida de muchas personas", aseguran expectantes. Sólo falta eso. Ilar espera.
| |