Aldo Juri siempre sostuvo que lo acusaron injustamente y que no participó en el atraco al Pami II de Rosario ni al productor agrícola de Cañada de Gómez. Uno de los argumentos que usó para defenderse en el segundo caso es que en agosto de 1999 aún no podía caminar porque se estaba recuperando de las lesiones que sufrió en una cadera al dar varios tumbos cerca de la localidad cordobesa de Las Varillas. El otro era aún menos convincente ya que sugería que las víctimas lo habían reconocido en un álbum policial porque éste diario había publicado su foto luego de ser detenido el 1º de febrero de 2000 en la puerta de su casa, en Río de Janeiro al 1400 de Rosario, por efectivos de las Tropas de Operaciones Especiales de la policía que lo venían siguiendo desde hacía tres meses. El juez García, sin embargo, consideró que todas las pruebas sobre su protagonismo en ambos hechos lo incriminan y por eso lo condenó a 11 años. Además lo declaró reincidente por segunda vez, lo cual le impide acogerse a beneficios como el de la libertad condicional. Sin embargo se trata de un fallo sujeto a revisión ya que el propio Juri manifestó ayer su decisión de apelar ante la Cámara Penal porque está disconforme con la sentencia.
| |