 | Desde el gobierno central se ha garantizado que la ayuda que se provee a través de subsidios mediante planes Trabajar, Jefas y Jefes de Hogar así como asistencia alimentaria se mantendrá inalterable durante todo el presente año. Más de dos millones de personas en nuestro país son los que reciben esa ayuda destinada a paliar la desnutrición infantil y el hambre. Está bien que en la coyuntura la acción generosa se vuelque a los más necesitados de forma inmediata, porque quien requiere un medicamento o un trozo de pan no está en condiciones de esperar. Esa es la esencia del asistencialismo. Debe hacerse presente en el momento de la catástrofe, de la necesidad urgente. Pero no es la solución. Al menos la definitiva. Porque lo lógico sería que cada pobre tuviera hoy trabajo para atender a sus propias necesidades, o al menos las imprescindibles. |