La pretemporada leprosa ingresó en su punto crítico. El plantel cumple hoy el octavo día de entrenamiento -y mañana, después de enfrentar a Chicago, tendrán su primera jornada de descanso hasta el domingo a la hora de la cena-, lapso en el que se produce la tan famosa fatiga que los futbolistas deben sobrellevar estoicamente hasta que el organismo se acostumbre al esfuerzo.
Lo que sucede es que se produce acumulación de ácido láctico y de productos de desecho que originan un cansancio imposible de disimular y hasta el abandono, en algunos casos, de la actividad antes de finalizar con la rutina impuesta. Más allá de que los jugadores sepan perfectamente que es una instancia que deben superar, son los días más complicados de la pretemporada que ya muestran algunos visos de alivio.
En esta etapa del trabajo, una vez que cada deportista vea la mejor forma de sobrellevar su fatiga, se logra un endurecimiento que les permitirá soportar la exigencia de la temporada de competencia.
"Es preferible que sufran ahora y no durante la competencia", dice Alfredo Weber cuando se lo consulta sobre el tema. Pero además tira flores para sus atribulados entrenados.
"Tuvimos una gran alegría porque nos enteramos por gente conocida de Rosario que los jugadores decidieron alquilar gimnasios de su propio bolsillo para llegar lo mejor posible a Mar del Plata. Nosotros les habíamos pedido que hicieran un complemento de pesas día por medio y que trabajaran sobre la capacidad aeróbica durante las vacaciones para que no la perdieran", dijo el profe.
"Esa actitud de los muchachos me permite repetir la frase que digo siempre. Jugadores de fútbol hay muchos, profesionales de fútbol, no sé cuántos. Esto hace que ellos comprendan que es una profesión y que cuanto más tiempo le dedican y mayor énfasis ponen en su trabajo, mejor va a ser el producto que van a lograr en su actividad deportiva".
Flores que no alcanzan para mitigar el cansancio. Pero flores al fin del preparador físico leproso que a esta altura, cuando la pretemporada empieza a dar los primeros coletazos, busca la forma de motivar mentalmente a sus futbolistas para que superen lo mejor posible el primer gran obstáculo que genera la fatiga.
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La Ciudad
