Año CXXXVI
 Nº 49.724
Rosario,
jueves  16 de
enero de 2003
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Gutiérrez asumió como presidente de Ecuador jurando combatir la corrupción
Pidió un frente común de lucha. Es un ex militar golpista y el sexto gobernante en once años

Quito. -Con un llamado a crear un frente internacional de lucha común contra la corrupción y un pedido a los países industrializados para que flexibilicen el cobro de la deuda externa, asumió ayer el flamante presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez. "Declaro como política de Estado la lucha contra la corrupción", manifestó el mandatario en su intervención ante el Congreso nacional, donde fue investido ante la presencia de más de 1.000 invitados, entre ellos los jefes de Estado de siete países de Latinoamérica. Luego juramentó a su gabinete. Gutiérrez es un ex militar golpista que derrocó Jamil Mahuad en enero de 2000 y dos años después logró un arrasador triunfo en las urnas. Es el sexto presidente en once años.
Al acto asistieron los presidentes Fidel Castro (Cuba), Luiz Inacio Lula da Silva (Brasil), Alejandro Toledo (Perú), Alvaro Uribe (Colombia), Ricardo Lagos (Chile), Gonzalo Sánchez de Losada (Bolivia) Hugo Chávez (Venezuela), así como el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón. El presidente argentino Eduardo Duhalde no asistió a la asunción debido al recalentamiento de la interna de su partido de cara a las elecciones de abril próximo.

Frente común "contra los ladrones"
Gutiérrez propuso un frente común internacional "contra los ladrones de fondos públicos, con la misma coherencia con la que se hace la lucha contra el narcotráfico, tratemos de que no encuentren refugio en nuestros países, que se les retiren las visas, se los extradite, se les confisquen los bienes y que inevitablemente enfrenten a la justicia". Además expresó que lanzaba "un grito desesperado al mundo desarrollado" para que ayude a los menos desarrollados con la carga de la deuda externa.
"No podemos desarrollar a nuestros países pagando por la deuda externa porcentajes de alrededor del 40% del presupuesto nacional", expresó el nuevo mandatario, quien pidió que el endeudamiento sea tratado como problema social y no como frías cifras numéricas. Gutiérrez, un coronel retirado que participó en enero de 2000 en el derrocamiento del entonces gobernante Jamil Mahuad, aseguró que la prioridad de su gestión será mejorar la calidad de vida de los ecuatorianos, 80% de los cuales vive en la pobreza.
Por otro lado, se comprometió a dotar de seguridad al país ante el avance de la delincuencia y subrayó que su gobierno "tiene la obligación ineludible de enfrentar toda acción terrorista y delincuencial que se presente en cualquier zona del país". Otros objetivos de su agenda gubernamental serán el fortalecimiento de la competitividad y de la productividad, el impulso del turismo y las obras de desarrollo vial y portuario.
En cuanto a la política exterior, destacó el papel de Ecuador en la Comunidad Andina (CAN) y el fortalecimiento de los vínculos con el Mercosur. Asimismo, hizo votos para que Colombia encuentre la paz interna y se sigan afianzando las relaciones con Perú. Al término de su intervención, el presidente pidió permiso para invocar el amor, la pasión y la lealtad que le han demostrado su familia y ex compañeros de armas, y aseguró que el cambio de Ecuador es una realidad.
En otro momento de su discurso,Gutiérrez reivindicó el golpe de enero de 2000 al comentar "estar orgulloso de aquel acto de dignidad nacional del 21 de enero" de 2000 en que se levantó contra sus mandos y se sumó a la insurrección campesina que derrocó a Mahuad ocho días después de que éste produjese una brutal devaluación de la moneda, seguida de la dolarización y de la no menos fuerte suba de precios de los productos esenciales.
El nuevo presidente ecuatoriano, de 45 años, en un discurso de 77 minutos, hizo varios llamados a los países latinoamericanos para que se preparen a tiempo para afrontar "los peligros de la globalización", de manera que, "en vez de ser un riesgo, se convierta en una oportunidad", y propuso la integración de su país en la comunidad sudamericana y el Mercosur.
En los temas políticos internos, Gutiérrez hizo duras y constantes críticas a "los poderosos y sus partidos" tradicionales, a los que derrotó en las elecciones, pero que tienen mayoría en el Parlamento de 100 miembros. Les advirtió que "vamos a cambiar este sistema injusto".
"Gobernaré para los pobres, no para ustedes, señores que han mandado siempre en este país", expresó. "Haré el cambio aunque ustedes intenten obstaculizarme", agregó. "Cambiaré el Ecuador o moriré en el intento", se comprometió Gutiérrez, que anunciará sus decisiones iniciales "durante la primera semana de gobierno", según anticipó.
Entre esas medidas está una propuesta de reforma política que piensa someter a plebiscito, para superar la mayoría opositora del Congreso. Al destacar la prioridad que tendrá en su gobierno la lucha contra la pobreza, elogió el liderazgo del presidente brasileño, Lula da Silva, y dijo que "si los pobres no pueden comer, los ricos no deben dormir".
En relación al conflicto colombiano afirmó, tras reiterar el principio de no intervención, que espera que "Colombia encuentre la paz interna que anhela no sólo su pueblo sino todos sus hermanos de América". (AFP, Reuters y DPA)



El mandatario y su esposa luego del acto de asunción.
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