Año CXXXVI
 Nº 49.724
Rosario,
jueves  16 de
enero de 2003
Min 17º
Máx 33º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





La visión del conflicto venezolano de una periodista de Caracas
"El ciudadano común se ha declarado en desobediencia"
Ibéyize Pacheco señala un "hecho definitivo": la militancia masiva que se ve a diario en las calles

Pablo Díaz de Brito / La Capital

La evolución de la situación venezolana es impredecible, pero hay un dato cierto: la contundencia del paro y la fuerte participación ciudadana, que "tiene desesperados" a los integrantes del gobierno de Hugo Chávez. Es que el ciudadano medio se ha declarado en desobediencia contra "el régimen" chavista. A su vez, la formación de un grupo de países amigos es valiosa porque servirá para dar a conocer la situación venezolana en el mundo y defender la libertad de expresión. En cuanto al referendo consultivo que, con dos millones de firmas, pide la oposición, Chávez lo combatirá con todos los medios a su alcance porque sabe que lo pierde ampliamente. Estas son algunas de las evaluaciones hechas desde Caracas por Ibéyize Pacheco, una destacada periodista venezolana entrevistada telefónicamente por La Capital. Columnista del matutino El Nacional, directora de otro diario del mismo grupo editorial y con programas propios en televisión y radio, Pacheco, como casi todos sus colegas, ha sufrido la violencia de los grupos chavistas, que la hicieron blanco de un atentado explosivo, a lo que hay que sumar los seguimientos y amenazas, algo que ya es rutina para ella y sus colegas.
-Chávez apostaba a un quiebre o agotamiento opositor, que no ocurre. A su vez las negociaciones están bloqueadas: ¿cómo puede decantar la situación?
-Es impredecible. Todas las predicciones se han caído. Hay que tomar muchos elementos para el análisis, pero uno ha evidenciado ser definitivo: es la presencia de la gente en la calle. Hay una militancia politica masiva, de decenas de miles de personas, no sólo en Caracas sino también en el interior, que todos los días se movilizan para una protesta en un modo tan contundente que los mismos representantes del régimen en privado admiten que esto los tiene desesperados. No sólo se trata del "aguante" de los sectores económicos o financieros, sino también del ciudadano común que en asambleas de educadores en los colegios, por ejemplo, y en todas las instancias posibles, se ha declarado en desobediencia frente a este régimen. Pienso que esta es la gran manera de presionar para lograr un proceso electoral en corto plazo.
-Pero algunas agencias y corresponsales extranjeros han hablado de un paro de élites, de cúpulas empresarias y gremiales, pese a las marchas multitudinarias.
-Sí, a mi me ha sorprendido el desconocimiento, por decir lo menos, que han evidenciado algunos corresponsales extranjeros de la situación en Venezuela. Porque basta permanecer 24 horas en este país para entender que esto es una gran protesta popular, sin distinción de clases. Porque esto no es una pelea clasista: si el 80% de la población fuera rica no tendríamos ninguna crisis (el oficialismo dice que en las marchas participan sólo los ricos y "oligarcas"). Creo que estos colegas extranjeros han caído en la trampa efectista y mediática de Chávez, que consiste en convocar permanentemente al enfrentamiento de clases. Ante hechos que han revelado posibilidades de integración muy simbólicas, como un partido de futbolito (que se improvisó al cruzarse una marcha de opositores con otra de oficialistas), Chávez no ha dicho una sola palabra que estimule la paz y la integración, al contrario. Insiste en el enfrenamiento, tiene la agenda de la violencia: en sus últimas intervenciones, desesperadas y mucho más agresivas, convoca a que sus seguidores tomen violentamente almacenes, silos, hasta las escuelas. El Ejecutivo ha financiado círculos violentos que intervienen en estas movilizaciones y que han sido denunciados con testimonios y grabaciones. El gobierno estimula estos grupos violentos para que aterroricen a las movilizaciones y la población. Nos ha ocurrido a los periodistas: a mí me lanzaron un explosivo a principios del años pasado en la sede del periódico que dirijo, además de las amenazas, los seguimientos. Ahora se lo hacen a los trabajadores petroleros: es un código permanente de terrorismo para amedrentar y frenar lo que ya es una oposición masiva. Por esto, cuando se busca una salida electoral se llama a la integración.
-Parece haber una división en la oposición, entre un sector que apuesta al referendo consultivo (no revocatorio) y otro más radicalizado que insinúa un cambio de gobierno por vía del poder militar.
-Y también se propone una Constituyente. Sí, hay variedad de posiciones, pero le recuerdo que las decisiones se toman en la Coordinadora Democrática, que una versión ampliada de las organizaciones politicas, donde luego se integraron representantes de la sociedad civil y ahora Fedecámaras y la Central de Trabajadores de Venezuela, que han sido fundamentales en el paro cívico. Es un ejercicio de democracia que sorprende, cuando se ven sentados a una misma mesa a representantes de la izquierda radicalizada como (el partido) Bandera Roja y de la economía más conservadora para ponerse de acuerdo en cosas concretas como la recolección de firmas, y lo han logrado. Con el paso del tiempo va privando la sensatez.
-¿Pero Chávez permitirá el referendo? ¿O bajo qué tipo de presión lo permitiría? Porque hasta ahora lo ha torpedeado.
-Hará lo indecible, lo inimaginable, para tratar de impedir el referendo consultivo por una razón elemental: obviamente no quiere medirse (en las urnas). El no ha ocultado su estrategia: descalificar el referendo, bloquearlo, no darle el dinero que por ley es obligatorio darle al organismo electoral y no brindar protección. Y va a estimular a los violentos para que saboteen el proceso electoral. Es impredecible lo que pueda suceder de aquí a la fecha definitiva del referendo. Creo que buscará aterrorizar a la gente y si llega a hacerse la consulta no va a reconocer ningún resultado.
-Acá entra este grupo de países amigos. ¿Cómo ve esta intervención?
-En lo personal lo veo positivo. Mientras el mundo se sensibilice con la situación venezolana es mejor para los venezolanos, que por momentos nos hemos sentido completamente huérfanos, por lo que comentaba antes sobre la desinformación. El mismo modo de expresarse de César Gaviria ha cambiado desde que llegó acá (el secretario de la OEA lleva dos meses en Caracas). Vio una manifestación de casi dos millones de personas que pasaba frente al hotel donde reside, con los carriles de la autopista llenos de gente por kilómetros. Eso lo sensibiliza con la realidad del país, como cuando ve que es agredida implacablemente gente pacífica y desarmada, o se manda a atacar a los círculos del oficialismo y después el gobierno hace mutis y no investiga muertes y heridos. Son señales que el gobierno de Chávez va a defender su permanencia por la vía que sea, incluso violentando la Constitución.
-A partir de una intervención diplomática fuerte de los países de la región ¿se podría llegar a levantar el paro a cambio de garantías para realizar el referendo y hacerlo con los recursos necesarios?
-Creo que sí, si se reconocen los resultados. Este paro se inició justamente con la solicitud de un proceso electoral. Claro que después de un mes y medio en la mesa hay otra serie de requisitos que negociar: los tres mil despedidos de PDVSA, más los detenidos y a los que no les están pagando. Todo esto tiene que negociarse y levantarse las sanciones. Y no se puede levantar un paro con la espada de Damocles que volvió a lanzar Chávez contra los medios de comunicación.
-¿Dice esto porque designó al ministro de Interior Diosdado Cabello en Infraestructuras, al parecer con el objetivo de intervenir medios y levantar concesiones?
-Lo dijo expresamente.
-¿Pero qué viabilidad tiene esto de levantar concesiones a las televisoras, es algo concreto o más retórica?
-La verdad es que él viene hace un tiempo amenazando y no ha hecho nada, salvo los ataques que hemos sufrido los medios. Pero aplica distintas vías: los parlamentarios oficialistas presentaron al Tribunal Supremo un recurso pidiendo se cierren los canales y censuren a varios periodistas. Yo tuve acceso a un informe del fiscal general de la República donde pedía el cierre por tres días de los canales privados.
-O sea que esto podría ocurrir.
-Esto podría ocurrir. Cabello es uno de los que tiene una posición más radical y su designación es una señal concreta, lo pusieron allí para cumplir esta misión. Entiendo que esto sería un argumento más contundente para la aplicación de la Carta Interamericana Democrática. Por eso es bueno la posibilidad de este grupo de países amigos, para ventilar los problemas locales ante gobiernos extranjeros que van a defender la libertad de expresión con toda seguridad.
-¿En qué áreas trabajan los cubanos enviados por Castro?
-Desde el principio esta es una de las cosas en las que Chávez ha sido tenaz y coherente, en la presencia de cubanos por distintas vías. Por ejemplo, traía médicos y entrenadores deportivos, pero 10 lo eran y 90 iban a otras actividades. Su anillo de seguridad está conformado por cubanos, y los hemos visto en campos de entrenamiento de los círculos bolivarianos, en los organismos de inteligencia y seguridad, en la policía política (Disip). Están en el palacio presidencial: los empleados que tienen años allí cuentan, con gran discreción por miedo a represalias, que circulan por el palacio con mucha libertad y el embajador de Cuba asiste a las reuniones de gabinete y declara como un miembro más del Ejecutivo, es algo impresionante.
-Si el conflicto se profundiza, y Chávez mantiene un mando firme sobre los militares, ¿es posible que ordene un nuevo Plan Avila (el plan represivo del 11 de abril, que los militares no ejecutaron), que mande los tanques a la calle?
-Sí, cómo no. Es más, creo que el sueña con eso, tiene la fantasía de un combate. Me cuentan militares que dentro de los escenarios que los han puesto a ensayar está un enfrentamiento bélico, que al parecer Chávez ansía. Si usted ve los alrededores del palacio presidencial de Miraflores es como si fuese inminente una invasión extranjera. Chávez tiene una gran desesperación porque no puede medir la lealtad de su ejército a menos que haya un enfrentamiento. El silencio de los militares desespera tanto a la oposición como a Chávez. Y pareciera, al ver el palacio o el fuerte Tiuna (la principal guarnición militar de Caracas) que está esperando que se le alce Baduel (un general que en abril no se pronunció contra Chávez) en Maracay con la IV División y mande sus tanques. Porque de otra manera no hay explicación. Creo que ansía ese escenario, porque con la intentona golpista del 4 (de febrero de 1992) no venció militarmente, entonces surge este escenario de un choque militar donde se imagina triunfante.



Los maestros participan del paro en Caracas.
Ampliar Foto
Notas relacionadas
La Justicia venezolana bloquearía el referendo
77% a favor de hacerlo
Diario La Capital todos los derechos reservados