La discusión con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se "reabrió" por las objeciones del organismo al programa monetario argentino y, ante la ausencia de una señal clara a favor del acuerdo, el gobierno decidió mantener su posición de no pagar los vencimientos que operaban esta semana con entidades multilaterales. El ministro de Economía, Roberto Lavagna, ratificó que la política oficial es no pagar con reservas mientras no exista un acuerdo sobre un programa de refinanciación y anticipó que esa decisión corre también para un vencimiento del orden de los mil millones de dólares con el Fondo, el viernes próximo. A pesar de que voceros del Palacio de Hacienda habían señalado durante el lunes y el martes que se girarían los fondos para pagar el vencimiento con el BID, de unos 680 millones de dólares, Lavagna atribuyó a especulaciones periodísticas esa posibilidad que, dijo ayer, "nunca se evaluó". "El gobierno explicó en varias oportunidades que por la situación argentina sólo se puede pagar en un marco de programa de refinanciación global" con los organismos y aclaró que los países del G-7 y el BID estaban al tanto de esa decisión. El ministro de Economía ofreció ayer una conferencia de prensa, en parte presionado por la publicación en la página web del BID de la decisión argentina de incumplir el pago. "El gobierno argentino ha informado que por cuestiones técnicas derivadas de las restricciones al financiamiento del sector público que impone la carta orgánica del Banco Central no está en condiciones de cumplir con las obligaciones de repago que vencen hoy (por ayer)", señalaba el comunicado de la entidad, que resolvió suspender las líneas de crédito pendientes de desembolso al país. Una fuente del Banco Central explicó que existen límites en el total de reservas que la autoridad puede prestar al Tesoro para financiar sus gastos. El propio Lavagna aclaró ayer que el no pago "no es una estrategia de negociación sino un problema de inviabilidad, hasta de orden presupuestario, porque no sólo hay que conseguir los dólares sino emitir los pesos para comprarlos". El ministro dijo que se comunicó con el presidente del BID, Enrique Iglesias, para explicarle que no se cubría el vencimiento por una "demora técnica" y aseguró que el directorio de la entidad reaccionó con "tranquilidad" frente a la novedad. En rigor, el gobierno evaluó hasta el martes a la noche la posibilidad de pagar. El problema es que para eso se esperaba una señal del Fondo Monetario respecto del acuerdo. El lunes, durante la reunión con los enviados del organismo, Economía dio el visto bueno al borrador del acuerdo. Sin embargo, cuando fue girado a Washington, aparecieron de nuevo las objeciones. "El acuerdo estaba cerrado pero se reabrió por una objeción del staff del Fondo en EEUU respecto del programa monetario", dijo. Concretamente, cuestionaban el límite de emisión que habían acordado los funcionarios de Economía y de la misión del FMI que trabajó en Buenos Aires. "Se sigue negociando, el tema está ahora en Washington y habrá que esperar", dijo el ministro, quien evitó cargar las tintas sobre el organismo. Por el contrario, señaló que "hay una urgencia para la Argentina y para el Fondo en cerrar un acuerdo pero todos queremos firmar algo que sea compatible con lo que podemos cumplir y, en nuestro caso, con una política económica que ha dado claros resultados". Lavagna recordó que la negociación con el organismo internacional es larga y "ha tenido ya varios capítulos, Argentina pagó 4.300 millones dólares netos, algo que no había pasado en años, y el FMI habilitó cuatro refinanciaciones en 2002 por 5 mil millones de dólares". Cuando el acuerdo parecía cerrado, el gobierno esperaba que entre mañana y pasado el vocero del Fondo anunciara el cierre de los negociaciones, contra lo cual Economía giraría los fondos para pagar los vencimientos de este mes. Además de las objeciones sobre el programa monetario, el directorio del organismo postergó la reunión que iba a mantener el viernes hasta el día 23 de enero. Para el ministro no es necesario esperar hasta esa fecha para decidir sobre los pagos. "Si hay algo acordado, luego llegará la etapa de los procedimientos, primero se puede pagar y luego se puede firmar o primero se puede firmar y después pagar, es indistinto", señaló. El jefe del Palacio de Hacienda informó, por otra parte, que la semana próximo se licitará la asesoría financiera del gobierno en materia de negociación de deuda con acreedores privados. Esta semana estuvieron en Buenos Aires representantes de seis bancos de inversión que se presentaron a la compulsa y, el ganador, "tendrá la tarea de hacer un ordenamiento del panorama de la deuda, no de negociar con los acreedores porque eso es facultad del Estado", aseguró Lavagna.
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