El Banco Central no pudo evitar que el dólar continuara ayer con su desplome, y la divisa cerró la jornada con una nueva baja de cuatro centavos, hasta los 3,20 pesos para la compra y 3,27 para la venta, el nivel promedio más bajo de los últimos ocho meses. En Rosario, el cierre fue de 3,20 para la compra y 3,28 para la venta. El ministro de Economía, Roberto Lavagna, adelantó ayer en conferencia de prensa que el gobierno podría anunciar una nueva flexibilización de lo que queda del control cambiario. "Está claro que hay en el mercado una sobreoferta y por eso no tenía sentido mantener las restricciones por el lado de la demanda", señaló y subrayó que en los hechos "son muy pocas las restricciones que quedan y, en el caso del comercio exterior, está liberado totalmente". Según trascendió en las últimas horas, el Banco Central podría habilitar a los exportadores a recomprar los dólares que liquidan en la autoridad monetario, con el fin de fortalecer la demanda de divisas. Después de recibir liquidaciones de los exportadores por 50,1 millones de dólares, el Central terminó sus operaciones con un saldo positivo de 39 millones, mientras en la city recrudecían los rumores de nuevas flexibilizaciones cambiarias para alentar la compra de divisas y sostener su cotización. En algunas entidades, la punta vendedora quedó un centavo más abajo, en 3,26 pesos. Y la brecha con la punta compradora resultó una de las más pronunciadas desde que el Central dejó de abastecer de billetes a las entidades que operaban por su cuenta y orden. La fuerte oferta de billetes, proveniente principalmente del sector exportador, amenazó al comienzo de la jornada con una caída más importante, cuando el billete llegó a colocarse en la franja mayorista muy cerca de los 3,20 pesos, y en 3,22 en las pizarras de agencias y bancos. "Sobran los dólares, y los grandes jugadores por el momento prefieren los rendimientos de las tasas de interés", sintetizó un operador . En el segmento mayorista, el dólar transferencia se hundió a 3,22 pesos, y el "billete físico" entre bancos cedió a 3,25 pesos. Exacerbada la velocidad del dinero con los cambios de tendencia de las variables financieras, el Banco Central se vio obligado a llevar a sus reservas 39 millones de dólares, después de inyectar los 11,1 millones que pidió la demanda mayorista. En las tres primeras jornadas de la semana la entidad que preside Alfonso Prat-Gay incorporó a sus arcas 113,8 millones de dólares, un superávit que se estira a 406,5 millones si se suman todas las intervenciones del Central en enero. Uno de los cambistas consultados manifestó que "el gobierno no se puede quejar con los exportadores liquidando divisas" pero aclaró que en la abundancia de billetes tiene mucho que ver "la demanda prácticamente inexistente de los importadores, y que la moneda no se utiliza para el pago de intereses de la deuda".
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