El plantel de Newell's Old Boys agasajó ayer al zaguero Cristián Grabinski, que como si no tuviera suficiente con las versiones que hay sobre su pase a Independiente, además cumple años. Antes del almuerzo y apenas terminada la práctica matutina en parque Camet, sus compañeros decidieron obsequiarle el primer regalo del día: lo arrojaron al mar en la primera playa que encontraron. Por suerte para el compañero de zaga de Fernando Crosa el día era ideal para un buen chapuzón. Lo que no se pudo saber (Cristián es un hombre de pocas palabras) es si le gustó el obsequio, ya que en los días anteriores de residencia en Mar del Plata, cuando sus compañeros cumplieron con la relajante rutina de visitar el mar tras el entrenamiento de la mañana, él se quedó mirando desde arriba y lejos del agua. El segundo festejo se produjo en el almuerzo, cuando los jugadores y cuerpo técnico le cantaron el feliz cumpleaños, mientras que por la noche una torta que fue procurada por el directivo Marcos Lanzilotta fue el cierre del cumpleaños número 23 del defensor rojinegro.
| |