Alejandro Cachari / La Capital
Enviado especial. - Es apenas el primer indicio. Sólo eso. Pero alcanza para sacar algunas conclusiones preliminares. La referencia tiene que ver con el minipartido, en espacios reducidos, que Newell's realizó el sábado en la Villa Marista, y la práctica de fútbol más bien convencional en cancha de dimensiones profesionales que llevó a cabo ayer durante 44 minutos (un tiempo de 20 minutos y otro de 24). En ambos casos Federico Lagorio integró el equipo titular. Es que salvo el reemplazo de Liendo por el seleccionado Ponzio, el resto del equipo estuvo pensado para la primera fecha del inminente torneo Clausura, ante River y en el Coloso. De otra manera, no se comprende demasiado que Domizi haya jugado para los suplentes y Grech entre los titulares. Es apenas una pequeña muestra, pero está claro que Veira mira más allá de sus narices. El Pájaro está inhabilitado para la primera fecha (jugó el último tramo del torneo gracias al artículo 221 en reemplazo de Leandro Fernández, que se fracturó el maleolo tibial izquierdo entrenando con la selección Sub 20) y por eso debió calzarse la chaquetilla de los suplentes. Entonces, es apenas un indicio, pero con claros mensajes para un futuro inmediato. Entre esas señales están, opuestas, las ubicaciones de Lagorio y Sacripanti. Eso en principio. "Vamos a ir alternando, hoy juega uno y mañana otro", minimiza el Bambino, pero enseguida sugiere algo que parecía previsible hasta el entrenamiento vespertino de ayer: "Vamos a arrancar con Lagorio, pero siempre digo que juega el que está mejor". ¿Se viene la chance para Carucha entonces? Parece que sí, parece que no. La flojísima actuación de ayer del ex Gimnasia derivó en su sustitución (en realidad pasó a jugar para los alternativos) por Nicolás Saucedo, quien hizo dupla con Rosales durante 24 minutos. ¿Y Sacripanti? Veamos. Las opciones son dos. La más lógica podría ser que para Veira es el que más chances tiene de ser titular y entonces está probando con los futbolistas que pueden sustituirlo. La menos probable es que el Bambino haya decidido que el Loco, en esta etapa de la preparación rojinegra, sea el tercero en discordia y deba demostrar desde el equipo suplente que los goles fallados en la segunda parte del torneo anterior formaron parte sólo de una mala racha. El resto del equipo no tiene modificaciones. Pero el correr de los días le irá levantando el velo al juego. Veira no quiere descubrir demasiado las cartas porque quizás sería perjudicial para algunos futbolistas. Pero tiene el equipo en mente. El jueves Newell's va a jugar dos partidos de 50 minutos frente a Atlanta, en la Villa Marista desde las 17.30. Allí aparecerá otro mensaje del entrenador, que seguramente se complementará con las prácticas de los días anteriores. El sábado, media hora antes del compromiso programado con los bohemios para el jueves (a las 17), los rojinegros disputarán dos encuentros de una hora cada uno frente a Nueva Chicago, también en la Villa Marista. Cuatro días más tarde, el jueves 23, la lepra se las verá con Huracán a la misma hora que frente a Chicago y en idéntico lapso: dos partidos de dos tiempos de 30 minutos cada uno. Queda por confirmar otro amistoso frente a Chacarita, pero los funebreros recién llegaron ayer a La Feliz. Hubo contactos con Lanús, pero los granates emigrarán antes que Newell's pueda disponer de un hueco para jugar. A esa altura, es probable que los escasos indicios que hoy se pueden esbozar se transformen en certezas. Pero en ese caso también serán relativas. "Acá al que uno vea mejor físicamente en el arranque es el que va a debutar, pero los vamos a ir rotando", insiste el Bambino. La táctica de Veira es lógica y aconsejable para este momento de la preparación. Pero en medio de un juego de suposiciones que tiene su correlato en la lucha de los futbolistas por ganarse un lugar entre los 11 que jugarán frente a River, la conclusión más cercana a la realidad parece estar vinculada a la necesidad imperiosa del entrenador de conseguir al jugador que pretende para que acompañe a Rosales. Por ahora, el Bambino, que paró la práctica de ayer un par de veces (empataron 0 a 0) por desacoples de los titulares, debe conformarse con sentarse allá, solo, en una punta de la Villa Marista, torturando con su peso a una de las 35 pelotas que participan de cada entrenamiento. En su cabeza hay un 9 que en Newell's parece no encontrar. Pero es sólo un indicio.
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