Uf, qué dura que es la pretemporada, por Dios. No quiero ni pensar cuántos kilómetros llevamos hechos. En realidad es como todas, hay que hacerla sí o sí, no queda otra. Hay que poner el mayor esfuerzo en esto y hacer que pase de la mejor manera. Haciendo trabajos de 400 metros como el sábado, o dando vueltas de 3.400 metros en el parque Camet. Tuvimos que correr a 14 kilómetros por hora, a un ritmo bastante sostenido. Son las tareas que nos dio el profe y el equipo tiene que cumplirlas. También hicimos trabajos de salto, pero por suerte ya le agregamos las prácticas de fútbol, que es lo que uno siempre quiere". "Entre el cuarto y el sexto día empiezan los dolores. Te molesta todo y por todos lados. Hay que pasar esos días, que son estos, y después el cuerpo se acostumbra a la dureza del trabajo que estamos realizando. Lo principal es no volverse loco en ese lapso".
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