Año CXXXVI
 Nº 49.720
Rosario,
domingo  12 de
enero de 2003
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Muchos delegados pidieron que el candidato sea Binner
Bravo-Giustiniani, la fórmula del PS para las presidenciales
Pese a las discrepancias en el congreso realizado en Capital, los socialistas definieron su grilla

Alfredo Bravo-Rubén Giustiniani es la fórmula a presidente y vice que decidió presentar el Partido Socialista para las elecciones del próximo 27 de abril. Así lo eligió el primer congreso extraordinario del partido luego de la reunificación, que se concretó hace tres meses. Bravo agradeció la nominación y festejó porque "el socialismo está unido". Pero los ánimos estuvieron bastante caldeados porque, tal como había anticipado La Capital durante toda la semana pasada, un importante grupo de delegados pretendía imponer a Hermes Binner como candidato a presidente. Hubo cruce de insultos que pusieron en riesgo la tranquilidad del evento.
Casi 700 delegados desbordaron la sala del 5º piso del Centro Cultural Armenio, en el barrio de Palermo. Fueron necesarias tres horas y más de treinta intervenciones para llegar a la votación final que proclamó la fórmula Bravo-Giustiniani. Los socialistas lograron mantener la unidad del partido y despejar los fantasmas de fractura.
El resultado del congreso se ajustó a la estrategia de la dirección del partido, cuyo comité ejecutivo había acordado el viernes a la medianoche impulsar el binomio. "Despejamos la maniobra de la derecha que quería imponernos el candidato", dijo un dirigente, aludiendo al sector que propició la postulación de Binner. "Pretendían sacarlo del único lugar donde puede ganar: Santa Fe", agregó.
La intervención de apertura en el congreso del partido fue realizada, justamente, por Binner. Anunció la fórmula, la sometió a consideración del congreso y explicó por qué él mismo no aceptaba ser candidato. "El partido tiene una estrategia electoral que incluye distintos niveles, distintos distritos. Y vamos a ofrecer los mejores candidatos para cada momento y para cada lugar. Los socialistas somos inteligentes", definió, para luego cerrarle el paso al "operativo clamor" sobre su propia candidatura: "La fórmula es Bravo-Giustiniani y no hay otra", concluyó.
Sin embargo, la embestida sobre Binner no se detuvo con la advertencia del intendente de Rosario. Un grupo de delegados, principalmente del conurbano, cargó una y otra vez, sumando intervenciones, promoviendo la fórmula Binner-Bravo. A ese sector bonaerense, referenciado en el dirigente Jorge Rivas -quien proviene del PSD-, la figura de Binner como candidato a presidente les resulta claramente más atractiva. Y, en verdad, la gran mayoría de los socialistas quisieran votar a Binner antes que a Bravo. ¿Pero adónde iría a parar la estrategia del socialismo santafesino de pelear la Gobernación con el mismo candidato y cinco meses después?, se preguntaban.
"Los socialistas no tenemos un candidato todoterreno", gritó luego un delegado que sostuvo la posición oficialista y ganadora del debate. "Si Reutemann termina diciendo sí a la candidatura en el PJ y nosotros ya nos decidimos con Binner, nos quedamos colgados del alambrado", dijo un delegado de Capital, también en apoyo a la fórmula Bravo-Giustiniani.
La evaluación política que primó fue la de no dejarse tentar con el supuesto viento a favor a nivel nacional con que cuenta Binner. Entonces, el congreso decidió guardarse su as y jugar con un viejo guerrero: Alfredo Bravo.
El rosarino Sergio Liberati explicó en su discurso que la fórmula propuesta garantizaba la unidad del partido, y luego atacó al grupo que proponía otra cosa: "No es más democrático votar distintas figuras". Esto provocó una reacción, insólita de otro delegado: "Fascista", le gritó a Liberati. Luego, el incidente se superó, se calmaron los ánimos y el grupo opositor vio diluirse su "operación clamor" pro Binner, paradójicamente un dirigente lejano a su distrito y con procedencia del sector de los populares.
A las 19 había concluido un congreso por momentos complicado, pero la sangre no llegó al río.



Binner debió aclarar que apoya a Bravo y Giustiniani. (Foto: Julio Menajovsky)
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