Mauricio Tallone / La Capital
Stop para las vacaciones veraniegas del plantel de Rosario Central y punto de partida para una pretemporada que será la base física para encarar el sinuoso camino del Clausura. El plantel canalla cumplió ayer en Palos Verdes con el primer doble turno del 2003, pero lo novedoso de la rutina fue que la sesión matutina consistió en una hora a puro fútbol. Después de una entrada en calor, el técnico Miguel Angel Russo repartió pecheras y paró a dos equipos mixturados de potenciales titulares y suplentes. Los once azules formaron con: Castellano; Andrés Díaz (uno de los juveniles con un promisorio futuro), Gasparini, Leonforte y Fassi; Gustavo Barros Schelotto, Daniel Quinteros y Pino; Vitamina Sánchez; Mandra y Figueroa. Mientras que los de pechera verde alistaron a Manchado; Ferrari, Talamonti, Daniel Díaz y Cárdenas; Marcelo Quinteros, Diego Acoglanis, Erroz y Papa; Delgado y Arriola. A estos nombres después se agregaron Hernán Encina (entró algunos minutos en lugar de Vitamina) y Germán Herrera (jugó por Mandra). Cabe señalar que, al menos por ayer, el refuerzo canalla Julio César Gaona apenas trotó alrededor de las canchas del predio junto a los juveniles Lucas Correa, Renzo Ruggiero, Mauro Poy, Mariano Echagüe, Gustavo Lorenzetti, sólo por citar algunos ejemplos. En este grupo también corrió Fernando Pierucci, a quien Russo ya le avisó a fines del año pasado que no iba a ser tenido en cuenta. Con las mismas caras que terminaron la rutina del año pasado, a excepción del mencionado Gaona, la jornada también contempló la habitual bienvenida de rigor por parte del cuerpo técnico y luego los jugadores se sometieron al ritual del pesaje, para evaluar en qué condiciones llegaban después del prolongado parate. Precisamente en ese punto, y según los lineamientos marcados por Miguel Angelo Russo y su equipo de colaboradores en diciembre del 2002, todas las miradas iban a estar minuciosamente depositadas en el estado atlético con el que llegaría Gustavo Arriola debido a su tendencia a engordar, pero según las propias palabras del preparador físico Guillermo Cinquetti, "el control del peso a cada jugador fue muy bueno y positivo. Vinieron casi con los mismos kilos con que se fueron". El PF canalla quedó tan conforme con la silueta que lucieron sus dirigidos en el regreso a las prácticas que agregó: "Sólo sufrieron las alteraciones lógicas que uno puede esperar cuando el jugador está tanto tiempo fuera de competencia. Pero hoy en día el futbolista tomó conciencia de que depende mucho de su cuerpo y que su físico es la principal herramienta de trabajo". Los trabajos de la tarde estuvieron supervisados por el profe Cinquetti y se fundamentaron en ejercicios de fuerza y potencia. Por último, el itinerario canalla seguirá durante toda la semana en doble turno. Por la mañana está previsto realizar por grupos evaluaciones desde el punto de vista físico a cargo del profesor Cinquetti (ver aparte) y la gente de Biosystem, con el médico Juan Carlos Mazza. Mientras que a la tarde la sucesión de tareas será similar a la del primer entrenamiento del 2003.
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