La titular de Unión Por Todos, Patricia Bullrich, sostuvo ayer que la ley de lemas, impulsada por el justicialismo para saltear el proceso de elecciones internas, "es la estrategia del aparato peronista para matar a la democracia".
La ex ministra de la Alianza, que declinó a su candidatura presidencial y aún no oficializó su postulación para la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, afirmó que "la fórmula política es muy simple: la ley sólo sirve en tanto y en cuanto sirva a los intereses del poder".
Bullrich recordó que "hace un año (el presidente Eduardo) Duhalde prometió una reforma política, (y ahora) comienza el año mostrando la verdadera cara de sus objetivos: convertir a la Argentina en una democracia presa del poder, donde un solo partido haga y deshaga a su propia conveniencia".
Con nombre y apellido
"La ley no existe, la ley tiene nombre y apellido en esta Argentina. La ley de lemas debería llamarse la ley de la perpetuación o la ley del partido único", consideró.
Además, criticó "las permanentes burlas a la Constitución nacional que realiza el gobierno".
"La ley para el aparato peronista se puede manipular, porque lo importante son sus intereses, lo demás es secundario. El aparato peronista está a la búsqueda del poder absoluto, pone sus jueces, manipula las elecciones en el Pami, reparte como le conviene los planes sociales y ahora el último acto: consagra el fraude en las elecciones", aseguró.
Agregó que "en vez de hacerlo abiertamente como los radicales, lo hace mediante la búsqueda de una ley en el Congreso. Siempre la escena va a tener una oferta del monopolio peronista. Se trata de una nueva trampa para impedir que nuevos partidos puedan tener acceso al manejo de la cosa pública".
La Ciudad
