El flamante acuerdo en el justicialismo que impulsa la ley de lemas para las elecciones generales de abril próximo tuvo ayer un doble efecto: abrió un frente de tormenta con la oposición, que considera que esa norma colisiona con la Constitución e implica un "golpe institucional", y provocó resistencias en algunos sectores del propio PJ. En tanto, el presidente Eduardo Duhalde optó por la estrategia de distanciarse de la puja y proponer que "los partidos resuelvan sus problemas".
La decisión de fogonear la aprobación parlamentaria de la ley de lemas tradicional (es decir, de votos acumulativos) para superar las profundas diferencias en torno a las internas desató una oleada de críticas desde la oposición política y profundizó las dudas sobre el resultado de esta movida en el Congreso.
La ingeniería diseñada por duhaldistas y menemistas, tras un encuentro de la conducción del congreso nacional peronista celebrado el viernes, logró que se suspendiera los conflictivos comicios primarios. Pero no consiguió explicar cómo harán los interesados para reunir los 129 votos que se necesitan en Diputados para modificar la ley electoral.
Mientras Duhalde apostó a mostrarse prescindente del conflicto, su histórico rival, el ex presidente Carlos Menem, pronosticó que en las generales ganará "con ley de lemas o sin ella".
A su vez, el ARI, el socialismo (ver aparte), la centroderecha, representada por Ricardo López Murphy, y una diputada menemista reaccionaron con furia frente a la controvertida iniciativa.
"Es un golpe institucional", alertó la candidata presidencial del ARI, la diputada Elisa Carrió, quien, tras amenazar con denunciar el hecho ante organismos internacionales, aseveró que Duhalde "no debe suicidar al país de esta manera".
Pese a sus diferencias ideológicas, López Murphy coincidió con la chaqueña: dijo que propiciar la ley de lemas es un "intento de trastornar el orden institucional y de violar las reglas de la competencia política".
A su turno, el diputado del PDP Alberto Natale, integrante del Movimiento Federal Recrear (MFR) que postula a López Murphy, insistió en su repudio a la ley de lemas. Y afirmó que, "a la hora de hacer maldades, los justicialistas gozan de una sabiduría infinita".
Pero, en forma sorprendente, también se alzó una voz proveniente del entorno de Menem. La diputada Alejandra Oviedo avisó que no votará la ley de lemas cuando se trate en la Cámara baja.
"Por un lado, hay un sector que está impulsando la ley de lemas sabiendo que es inconstitucional y que cualquier juez puede voltearla, dando una excusa perfecta para que Duhalde siga prorrogando el llamado a elecciones", disparó Oviedo.
Por el otro, la legisladora denunció que, en boca del senador Luis Barrionuevo y a través del plebiscito que el también sindicalista adelantó va impulsar, el presidente está expresando sus "verdaderas intenciones", que pasan por "prorrogar su mandato" y no entregar el poder el 25 de mayo, como se comprometió públicamente.
"Yo le sugeriría a Duhalde que aproveche el llamado a internas y se presente ahora. Si tiene aspiraciones de permanecer en el poder, sería bueno que se legitime primero a través del voto de los afiliados", desafío Oviedo.
En tanto, Carrió reforzó su embestida. "Entre esto y una dictadura militar no hay diferencia", sentenció la arista, quien se comprometió a dar todos los pasos necesarios para "no abandonar" a un sector de la sociedad que no quiere "quedar preso de las mafias".
Y, al referirse al entendimiento al que llegaron menemistas y duhaldistas en torno a la ley de lemas, Lilita simplificó: "Cómo no se van a poner de acuerdo si son lo mismo".
Respecto a las acciones que impulsará el ARI para evitar que prospere la intención justicialista, Carrió anticipó que, en caso de que el proyecto se convierta en ley, recurrirá a "la Comisión Interamericana a invocar la cláusula de protección democrática de la Organización de los Estados Americanos (OEA)".
Para la legisladora, "el gobierno que emerja de una ley de lemas como la que se propicia, es decir, que acumula votos, será de facto, porque esta norma es inconstitucional, antidemocrática y viola la cláusula interamericana".
La jefa del ARI también fue categórica al estimar que "el presidente, que logró garantizar algunos parámetros mínimos en los últimos meses, no debe suicidar al país de esta manera".
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En esa línea, Juan Carlos Dante Gullo, integrante del comité de campaña de Carrió, opinó que "ningún fraude electoral, ninguna alquimia de ocasión y ningún acuerdo cupular evitará la balcanización y fractura del PJ".
Por su parte, el secretario general del bloque de diputados socialistas, Héctor Polino, consideró que el intento de sancionar la ley de lemas "es una clara actitud antidemocrática, fraudulenta, inconstitucional y fascista".
El radicalismo, un histórico opositor a la ley de lemas, anticipó que no apoyará la propuesta acordada en el PJ para eludir la interna. Más allá del convulsionado presente de la UCR, distintos sectores internos salieron a disparar sus críticas.