Hubo un detalle que no pasó desapercibido ni mucho menos y que afectó directamente el ánimo del plantel ni bien comenzó el Mundial: la lesión de Vanina Oneto. La fractura de la goleadora fue un cimbronazo demasiado fuerte, pero que el grupo pudo absorber sin demasiados problemas. "Se charló mucho en el grupo y la verdad que fue un bajón porque es una jugadora importantísima y sobre todo la goleadora del equipo, pero tuvo una grandeza espectacular porque en todo momento estuvo alentando al equipo, es una mina de fierro. Si me hubiese pasado a mí hubiera llorado todo el Mundial, pero ella se repuso rápidamente, por suerte se destapó Soledad (García), que venía jugando en muy buen nivel y confiábamos en que iba a tener un buen Mundial", afirmó Luciana.
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