Los 1.200 efectivos dispuestos para darle seguridad al definitorio partido por el torneo Apertura entre Independiente y Boca Juniors cumplieron a medias con su cometido, ya que solamente se registraron 13 detenciones por contravenciones a la Ley del Deporte. Eso es lo que dijeron los números porque en cambio la inconducta estuvo dada esta vez con mayor crudeza dentro del campo de juego, donde los protagonistas terminaron enfrentándose a golpes y empujones apenas finalizado el cotejo, y además hubo gases lacrimógenos en la retirada de la hinchada xeneize. De los intercambios de insultos los futbolistas pasaron rápidamente a los empellones y también volaron algunos manotazos que en algunas ocasiones encontraron a sus destinatarios. Alfredo Cascini, el ex rojo, fue el blanco de los mayores enojos rojos y el más calentito de los de Boca. Inclusive, algunas versiones dieron cuenta de que fue agredido el técnico xeneize Oscar Tabárez por un hincha local que aprovechó la confusión para entrar a la cancha y golpearlo. Afuera de la cancha, en cambio, los únicos momentos de tensión se vivieron al término del partido, en momentos en que se retiraba la hinchada de Boca Juniors, cuando algunos de sus integrantes se enfrentaron con las fuerzas policiales. En esos incidentes, los policías dispararon balas de goma contra los simpatizantes y se tiraron gases lacrimógenos, por lo que se registraron momentos de tensión. "Solamente fueron trece los detenidos y no se registraron heridos"", indicó una fuente de la Departamental del Conurbano Sur, con sede en la ciudad de Burzaco, que estuvo a cargo del operativo del clásico. "Todas estas detenciones se realizaron por contravenciones comunes", precisó el informante.
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