Russo se jugó una parada difícil en el Gigante. El margen para el error era demasiado escaso. Central venía de perder algo más que un partido en Santa Fe ante Unión y el técnico, obligado en parte, apostó por un grupo de juveniles. Uno de ellos en la cancha desde el comienzo y otros dos en el banco. El mensaje es más que claro de cara al futuro, pero era muy importante atender el presente. Sobre todo para que el final del Apertura se parezca más un relanzamiento futbolístico que a una espera desesperada. Le salió bien. Ramiro Fassi cumplió y Renzo Ruggiero hizo lo propio en el complemento cuando reemplazó a De Bruno. Para una próxima oportunidad quedó la chance del chaqueño Germán Herrera, quien en la semana hizo los méritos suficientes como para que lo tengan en cuenta. Podría anexarse a los chicos al mendocino Manchado. El partido era caliente y, salvo en una ocasión, tuvo las manos bien firmes como para que la ausencia de Castellano no se notara. El Colorado Fassi, que cuando llegó a la cancha lo primero que hizo fue ir a espiar el marco que lo esperaba en Arroyito junto al capitán Quinteros mientras se jugaba la reserva, estuvo a la altura de las circunstancias. Quizás su mayor mérito haya sido cumplir con el pedido del entrenador y no intentar salirse del libreto en ningún momento. Con esa consigna grabada a fuego, el número 27, que a muchos canallas que lo conocieron cuando el equipo salió a la cancha les hizo recordar -por su fisonomía- al Colorado Lussenhoff, se mostró firme y no dudó cuando tuvo que alejar la pelota, de cualquier forma, de los dominios de Manchado. Sufrió en los primeros 5 minutos con las mañas de Garrafa Sánchez, pero después, cuando los músculos y la cabeza empezaron a acostumbrarse a la primera división, fue sólido y no cometió errores. A Ruggiero le tocó el turno cuando el equipo estaba arriba en el marcador, lo cual es un beneficio, pero llamó la atención su aplomo para encastrarse en el equipo en una función muy difícil para los debutantes. Su carácter, o temperamento, sugiere un potencial titular que ayer no estuvo cerca del gol, pero que promete, y mucho, en ese ítem. Para Manchado, con un solo partido como titular, la primera pelota era fundamental. La resolvió bien y se tranquilizó. Cometió un solo error en un centro que pudo ser gol, pero respondió.
| |