Russo dispuso la práctica de fútbol y arrancó con un táctico. Y a medida que sumaba jugadores fue parando a los titulares (entre ellos Pablo Sánchez) de un lado y los habituales suplentes (entre los que se encontraba Luciano De Bruno) del otro. Dos de los nombres que vienen pugnando desde hace tiempo por el puesto de enganche. La práctica transcurría dentro de los límites esperados, con el equipo titular parado con más orden y tomando algunos recaudos respecto del equipo que venía poniendo en cancha el Flaco Menotti. Pero a los 19 minutos la situación se desbordó. De Bruno intentó escapar por el sector derecho en tres cuartos de cancha y Vitamina lo enganchó de atrás. El Pequi reaccionó y terminaron yéndose a las manos, mientras sus compañeros querían separarlos.
El incidente duró apenas unos segundos pero sirvió para mostrar no sólo el estado de ánimo de los algunos jugadores sino también viejas rencillas que nunca salieron a la luz, o que la figura emblemática de Menotti, que absorbía la presión, impedía que se transformaran en un problema. También para demostrar que algunas actitudes están cambiando.
Pero la historia no terminó ahí. Después de la extensa charla del plantel con el técnico, Vitamina encaró al Pequi en el vestuario y le dijo que después quería hablar con él, pero el volante creativo que más bancó el Flaco prefirió irse al final del entrenamiento sin aclarar nada, aunque imaginando otro desenlace.
Cabe recordar que los dos vienen disputando el puesto de enganche en Central desde hace mucho tiempo. Los dos estuvieron en la última época del Patón Bauza, con Jota Jota López, con Teglia y con Menotti, aunque De Bruno fue el que más minutos tuvo en cancha. Pero este incidente, que ayer pareció un hecho aislado, parece estar lejos de estar resuelto. Tal vez por eso De Bruno imagine un futuro próximo lejos de Arroyito.
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La Ciudad
