El comando rebelde checheno contaba con gran cantidad de explosivos y el apoyo de numerosos terroristas suicidas fuera del edificio, revelaron ayer fuentes de la central de inteligencia rusa (FSB). "Los secuestradores habían colocado en el teatro dos tanques que contenían cada uno el equivalente a 25 kilos de TNT, colocados en el centro de la sala y en la platea", explicó el subdirector del instituto de criminología del FSB (ex KGB), Vladimir Yeromin. Aunque hubiera estallado solamente un artefacto con una potencia de unos 20 kilos, "se habría producido la destrucción total de la sala, con el derrumbe de paredes y palcos y el edificio entero", aseguró Yeromin. Además, el comando disponía de 25 cinturones de explosivos, una buena parte de los cuales los llevaban las mujeres. Estos cinturones tenían una carga de dos kilos de explosivo de tipo hexógeno, acompañado de un kilo de esquirlas de acero.
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