Año CXXXV
 Nº 49.639
Rosario,
martes  22 de
octubre de 2002
Min 10º
Máx 19º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Opinión
Hay que saber todo lo que se juega

José M. Petunchi / Ovación

Central está en crisis. Los magros resultados cosechados en los últimos partidos han hecho crecer el descontento general, al punto que hoy, luego del comienzo arrollador y hasta impensado, esté prácticamente en el mismo punto que al inicio del torneo: en el descenso directo, pero con 13 partidos ya en el lomo. Un hecho preocupante que puso en tela de juicio el trabajo del cuerpo técnico encabezado por César Menotti. "Quizá en los próximos partidos se resuelva todo", dijo Menotti en diálogo con Ovacion antes de empezar mala cosecha ante Huracán, Arsenal y Talleres en referencia al tema del descenso. Y a juzgar por los resultados, aunque al técnico no le gusta analizar las cosas desde ese punto de vista, para un equipo que está peleando por no descender no hay otra alternativa que partir de esa base. Cuando se trata de no perder la categoría, el resultado no es lo más importante, es lo único. Si se lo logra jugando bien, mucho mejor. Pero si no hay que buscar otros caminos, aunque esto no implica escudarse en las trampas -vale la aclaración antes de que lo piensen los puristas-. Las palabras de Martín Mandra, que viene de pelear el descenso con Chicago, no se deben pasar por alto: "Hay que ganar como sea", dijo antes de Talleres. Y esto mal que le pese lo deberá aceptar Menotti, un técnico con espaldas anchas para bancarse más que un temporal. Por lo pronto, la mayoría de los hinchas se sienten identificados con el proyecto del Flaco, en tanto y en cuanto los resultados sean los esperados. Porque no hay que olvidarse que el simpatizante, al igual que cualquier hijo de vecino al que le guste el fútbol, se compromete mucho más con sus colores que con algún técnico. Sin embargo, y pese a la zozobra que generaron los últimos resultados (empate ante Huracán y Talleres y derrota frente a Arsenal -tres rivales directos en la lucha por evitar el descenso-), lo más preocupante es lo que viene. Porque la actitud del equipo no parece la adecuada para pelear por no descender. Por momentos da la sensación de no entender de qué se trata esto de estar peleando abajo. Cuando está perdiendo o empatando, especialmente en los segundos tiempos, se desmoronan, se queda sin respuestas, física y futbolísticamente. No tiene ni el juego atildado y coordinado de las primeras fechas ni la contundencia que lo llevó a ser considerado uno de los equipos más sorprendentes del torneo. Para colmo su última línea, en la que mucho tiene que ver el decaimiento en el funcionamiento del mediocampo, ha mostrado una endeblez frecuente en los equipos del Flaco (recibió 16 goles en los últimos 7 cotejos y 21 en el torneo). Esto está ligado con las características más ofensivas que defensivas de los laterales y con la falta de relevos de los volantes. Obviamente que también tiene que ver con el bajo rendimiento de muchos jugadores. O tal vez con la real dimensión de alguno de ellos, los que al principio fueron sostenidos por la estructura general de un equipo que disimuló sus carencias y sobrevaloró sus virtudes. El presente es complejo. Y de no haber un cambio de actitud y algún replanteo de Menotti a la hora de enfrentar algunos partidos, el futuro puede profundizar los males del presente.


Notas relacionadas
Responsable sí, culpable no
Quién dijo que todo está perdido
Central debe ponerse ya al servicio de la permanencia
Atravesado por el desequilibrio
Diario La Capital todos los derechos reservados