José M. Petunchi / Ovación
Después del pobre empate ante Lanús del domingo y de lo bochornosa que resultó la conferencia de prensa posterior al partido, sucedió lo previsible: Julio Zamora dejó de ser el técnico de Newell's. Así lo determinaron las partes después de la segunda reunión que mantuvieron en las oficinas del presidente rojinegro Eduardo López ayer. "Llegamos a la conclusión de que lo mejor para el club en estos momentos era que diera un paso al costado", admitió el titular leproso a Ovacion, todavía dolido por la situación luego de recibir a todos los integrantes del cuerpo técnico. De este modo se cierra otro ciclo en Newell's que no pasó de la medianía general que viene acompañando los últimos procesos en la entidad, a la que sólo escapa la campaña del Clausura 97 de Mario Zanabria -peleó el título con River-. El paso del Negro, que se hizo cargo del equipo en la segunda fecha del Clausura pasado, no fue bueno. Jugó 30 partidos, ganó 12, empató 8 y perdió 10, con lo que cosechó el 48,88 por ciento de los puntos. Es decir no difiere demasiado de sus antecesores y es uno de los motivos por los cuales había quedado jaqueado por las circunstancias, pese a su vano intento por cargar de responsabilidades a los periodistas. A pesar de la seguridad manifestada por Zamora tras el partido con Lanús de que iba a seguir en el cargo ("No me voy. La gente y los jugadores me demostraron que no estamos mal", dijo), Ovacion deslizó en su edición de ayer las dudas al respecto, puesto que la dirigencia no estaba conforme con el trabajo del cuerpo técnico y en definitiva iban a ser ellos los que determinarán la suerte del entrenador. De todos modos, para bajarle el pulgar al grupo de trabajo encabezado por Zamora, los directivos no tuvieron solamente en consideración su campaña al frente del equipo -además de perder el clásico con Central, no logró el 50 por ciento de los puntos-, sino que la gota que pareció rebasar el vaso fue la actitud asumida por el técnico y especialmente por su ayudante (Almirón) en la conferencia de prensa en la que insultaron a los representantes de Ovacion por ventilar la reunión que el propio Almirón mantuvo con personas vinculadas a Newell's con la intención de desestabilizar al técnico. A esta altura, ya se habían desarrollado las dos reuniones con López (la primera en horas del mediodía y la segunda a la tardecita), que no alcanzaron para torcer una decisión que evidentemente ya estaba tomada de antemano, pese a la insistencia de todos los integrantes del cuerpo técnico. Ahora la dirigencia ya trabaja en la búsqueda de su sucesor y por eso el presidente viajó anoche mismo a Buenos Aires para reunirse con el candidato número 1, Héctor Rodolfo Veira (ver página 5). El Bambino es el viejo sueño de López y un hombre de consulta permanente cada vez que el cargo qeda vacante, pero por diferentes motivos nunca se concretó su llegada.
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