"Sé que por ahí me equivoqué en discutir en la conferencia de prensa, y sé que las cosas no se defienden así. Bueno, equivocarse es de seres humanos, pido disculpas si ofendí a alguien, porque yo no soy así, pero cuando me tocan algo íntimo, en este caso Sergio (Almirón) que es una parte del cuerpo técnico, me duele mucho y yo lo defiendo a muerte, como lo hago con la gente que trabaja conmigo. Y me parece que era razonable defenderlo". Así se expresó Julio Alberto Zamora en diálogo con Estadio 3, en LT3, ayer por la tarde después de mantener una reunión en su casa de Zeballos al 200 con algunos jugadores y todos los integrantes del cuerpo técnico. Pero por la noche, en "Fútbol y algo más", otra vez culpó a este medio por su salida de la entidad. "La gente que inventó esto lo logró y seguramente estará festejando, pero es el uno por ciento", sentenció cuando su renuncia estaba en manos del presidente. "Estamos muy tranquilos por lo que hicimos y seguramente mi carrera como técnico no se termina acá, sí finaliza un sueño. Perdimos partidos y los hinchas siguieron respondiendo. La gente de Newell's es la mejor, por eso no vamos a dejar que se juegue con ella y no se la respete inventando cosas. Por encima de todo está la institución. Le pido disculpas a la gente por la conferencia de prensa desorganizada, pero no podíamos dejar pasar eso", agregó ayer por la noche. Antes, en horas de la tarde, el Negro se había mostrado calmo a la hora de hablar. Tal vez la procesión iba por dentro. La bronca acumulada en las últimas horas estaba presente, pero en su discurso se notaba un tanto abatido. Es que el papelón que se produjo en la conferencia de prensa era injustificable y así pareció entenderlo. Por eso había mostrado su arrepentimiento y pidió disculpas. A esa altura de la convulsionada tarde, Zamora sabía que su continuidad en el cargo era casi una utopía. Pero trataba de conservar el optimismo. "El hincha me demostró que me quiere muchísimo, y si es un daño que yo esté al frente no voy a dañar a la institución. Pero vamos a esperar para decidir si sigo o no". -Te reuniste con López al mediodía y te vas a reunir a la noche, ¿la sensación que tenés es que el presidente sigue creyendo en vos o que el crédito se agotó? -Seguramente por estas cinco fechas no es el mismo que teníamos hace siete u ocho. Pero uno confía en lo que hace, el equipo no jugó bien, volvimos a errar un penal, y eso te lleva a las discusiones. Estoy tranquilo por cómo trabajamos, sé lo que hacemos, sé lo que siente la gente por mí, los jugadores y el cuerpo técnico, y eso me da la sensación de que no estamos haciendo mal las cosas. En reiteradas ocasiones los jugadores salieron a respaldar al entrenador y en más de una oportunidad algunos dejaron en claro que el apoyo se debe demostrar dentro de la cancha y no con las palabras. Pero a a pesar de la banca que tenía, los magros resultados continuaron y generaron dudas en torno a la permanencia en el cargo. Y el Negro lo palpaba con justeza. "Yo creo que no van a transcurrir muchas horas, porque esto es así. Soy el que más lo entiende, porque he pasado por varios cuerpos técnicos pero la sensación que me quedó después del partido es que los jugadores están a muerte, y si me voy no será porque no me han respondido, al contrario, lo hicieron en todo momento. Hemos jugado mal, bien y regular, pero los futbolistas son lo mejor que me quedó de esto". "Estoy seguro -prosiguió- de que si yo les comunico que me voy me van a querer hacer pensar de otra manera. Quiero que ellos sientan qué es lo que tienen que pensar, porque la relación quedó establecida así. Tengo una gran relación con los jugadores". -¿Quién tiene la última palabra, la comisión directiva, vos...? -Acá nadie la tiene. Es cuestión de esperar un par de horas. La idea nuestra es continuar. L.C.
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