El sueño de Gimnasia y Esgrima de llegar a las semifinales del Nacional de Clubes se esfumó en el último minuto del partido. Después de haber hecho un esfuerzo enorme y de plantearle un partido de igual a igual al subcampeón de la Urba, los auriazules se quedaron con sus ilusiones truncas en el suspiro final. Regatas, con un try agónico de Francisco Camerlinckx, logró el triunfo por 48 a 44 en un encuentro correspondiente a los cuartos de final.
El comienzo del encuentro no fue favorable para la visita. Regatas se hizo fuerte a partir del juego de sus delanteros y Gimnasia no encontraba el camino, estaba muy desorganizado. Los dirigidos por Covella, Dañil y Ruiz querían plasmar ese juego abierto y dinámico que los caracteriza pero no daba resultados.
Pronto los auriazules se dieron cuenta de sus fallas y corrigieron su planteo. Confiaron más en su pack de forwards y comenzaban los movimientos con dos o tres percusiones de ellos para luego abrir la pelota para sacar diferencias por afuera.
Los locales evidenciaron las bondades de su scrum y sometieron a su adversario desde esa faceta. En los lines cada uno ganaba los suyos y no había grandes ventajas a partir de esa formación fija.
En las móviles Gimnasia mostró su palpable progreso. Atentos y veloces para llegar a los reagrupamientos, los rosarinos le plantearon una dura lucha a un conjunto muy potente como el de Bella Vista.
En el segundo tiempo Gimnasia mantuvo sus intenciones de protagonismo, llegó a marcar cinco tries y se colocó al frente en el marcador por 44 a 41 con el tiempo cumplido.
Pero el destino le tenía preparada una mala jugada a los auriazules que durante los últimos cuarenta minutos sufrieron inexplicablemente las amonestaciones de Romero Acuña y Kolonisky por inconductas que influyeron en el rendimiento grupal.
En el descuento, los rosarinos tuvieron un penal a favor que Irazoqui no pudo cambiar por puntos. Y desde allí se inició la jugada que definió el pleito. Scrum a favor de Gimnasia, Regatas robó la pelota y luego de un par de movimientos Francisco Camerlinckx logró apoyar sobre la bandera.
Ese daga se clavó hondo en el orgullo de los hombres del parque Independencia, que si bien les costó mucho asimilar una derrota de estas características, se quedaron tranquilos por el sacrificio plasmado en el campo de juego y porque a partir de lo realizado en la última parte del año la perspectivas de futuro de Gimnasia se presentan muy favorables.
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La Ciudad
