Un acuerdo financiero en torno a transferencias por un equivalente de 260 millones de dólares del Tesoro Federal al Estado de Minas Gerais selló la paz entre el presidente Fernando Henrique Cardoso y el gobernador Itamar Franco, a menos de una semana de la elección. La reconciliación entre Cardoso y Franco se realizó "a lo grande" en la capital de Minas Gerais, Belo Horizonte: el gobernador y ex presidente brasileño recibió con honores militares al actual mandatario, con quien sostuvo una larga reunión a puertas cerradas. El encuentro privado alimentó especulaciones según las cuales, tras sellar la paz con Cardoso, Franco daría marcha atrás en su decisión de apoyar la candidatura de Lula en la elección del domingo y pasaría a respaldar al oficialista José Serra. Por supuesto, Cardoso negó que el encuentro y el acuerdo financiero tuvieran objetivo electoral. Pero el diario Jornal do Brasil explicó ayer que Cardoso y el candidato de su partido, Jose Serra, segundo en los sondeos, apuestan todas sus fichas a Minas Gerais (segundo distrito electoral de Brasil) para lograr el "milagro" de pasar a segunda vuelta ante Lula. La paz entre Cardoso y Franco parece marcar el fin de un largo "culebrón" entre los dos líderes políticos, que eran fuertes aliados en el comienzo de la década del 90 y se pelearon en 1997, a raíz de la enmienda constitucional que permitió la reelección de Cardoso.
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