Río de Janeiro y San Pablo. - La posibilidad de que Ciro Gomes (del Frente Laborista, cuarto en los sondeos) abandone la carrera presidencial y apoye al Partido de los Trabajadores (PT) abriría de par en par las puertas a un triunfo de Luiz Inacio Lula da Silva en la primera vuelta del próximo domingo.
Gomes, que se ubica en su discurso electoral a la izquierda de Lula, enfrenta la presión de varios de sus propios aliados, quienes ya admiten discutir la posibilidad de desistir de la candidatura para permitir una transferencia de votos y hacer que Lula gane sin necesidad de segunda vuelta, que se desarrollaría dos semanas después de la primera.
Una encuesta del instituto Vox Populi de ayer reveló que Lula pasó de 41 a 43% de intenciones de voto, para alcanzar así el 48% de los votos válidos (porque se descuentan los blancos y anulados) a apenas dos puntos porcentuales de una victoria en primera vuelta. Según ese mismo sondeo, Gomes cayó de 14 a 13%. Otra encuesta, del instituto Sensus, también divulgada ayer, apuntó que la candidatura de Gomes es la única que cayó en la última semana.
Para Vox Populi, el oficialista José Serra (Partido Social Demócrata Brasileño, PSDB) aparece segundo, con 18% de las preferencias, y Anthony Garotinho tercero con 15%. Teniendo en cuenta los márgenes de error, están empatados técnicamente.
El pasado viernes, un sondeo del instituto DataFolha había asegurado que Lula obtendría el 45% de las intenciones de votos y el 49% de los votos válidos. En ese cuadro, una renuncia de Gomes a su candidatura liquidaría virtualmente el pleito, en la opinión de analistas. La renuncia de Gomes fue sugerida inicialmente por el filósofo Mangabeira Unger, coordinador en la elaboración del programa de gobierno del Frente Laborista, y el domingo fue admitida por el principal candidato al Senado por Río de Janeiro, el veterano líder socialista Leonel Brizola.
Gomes negó que estudie renunciar, y aseguró que llevará su candidatura hasta el final, convencido de la posibilidad de pasar al segundo turno junto con Lula. Pero la eventualidad de la renuncia de Gomes tuvo un impacto inmediato en las otras candidaturas. Garotinho fue el primero en reaccionar, cuando dijo no creer que Gomes abandone... pero de cualquier modo pidió los votos del Frente Laborista para pasar al segundo turno.
Lula reaccionó con cierto posibilismo: "Siempre consideré a Brizola un aliado, aun cuando no estábamos de acuerdo. Por lo tanto si decide apoyarme, yo quiero agradecerle anticipadamente", dijo, sin mencionar la precaria situación de Gomes. Brizola fue compañero de fórmula de Lula en las elecciones de 1998.
* Cogobierno e inmunidad a Cardoso. Lula dio señales de que podría buscar alianzas con el PSDB de Cardoso. En una entrevista reciente, el líder del PT admitió incluso la posibilidad de que integrantes del actual partido gobernante participen en su gabinete. Esto es muy bien visto por los mercados, y en una nota sobre Brasil el semanario The Economist propuso justamente una maniobra semejante.
Cardoso, por su parte, mantuvo conversaciones privadas con dirigentes del PT, estableciendo un acercamiento, según el diario Folha de San Pablo, en base a la garantía de que en caso de triunfar Lula no se reabrirán investigaciones ya realizadas sobre su gobierno. "El PT no admitirá públicamente aún que está negociando un foro privilegiado para Cardoso y (eventuales juicios a ex presidentes), pero uno de sus dirigentes dijo a Folha que considera justo el pedido", aseguró el diario. El periódico agregó que el acercamiento entre Lula y Cardoso también interesa al PT.
* Sin Congreso propio. Es que el futuro presidente de Brasil, cualquiera que sea, sabe que no contará con una mayoría propia en el Congreso, por lo que los candidatos destacan su condiciones como negociadores. Brasil es un país con partidos políticos débiles y de poco rigor ideológico, donde el poder político está diseminado en grupos regionales que representan intereses concretos y van formando coaliciones puntuales y dinámicas en el ámbito del Congreso. (AFP, DPA y Reuters)